Al cabo de dos días de trabajo se han examinado en un clima de amistad y sinceridad los problemas fundamentales de las relaciones empresariales Este-Oeste en su momento actual. Se han expuesto los logros alcanza dos, las cuestiones pendientes, las dificultades y los riesgos y las perspectivas del porvenir. La libertad de expresión ha sido completa y el respeto mutuo hacia las opiniones contradictorias ha sido compartido por todos.
Nuestro agradecimiento va, en primer lugar, a los participantes en el simposio, cuya puntualidad y trabajo han sido los artífices de este éxito. Y en forma muy expresiva a los miembros del Gobierno español que han honrado con su presencia y: su palabra las sesiones del simposio. Y, sobre todo ello, mi reconocimiento a los Reyes de España que nos ofrecieron con su inicial acogida un estímulo para nuestro trabajo.
Después de cuarenta años de guerra fría nos congratulamos de que empiecen, por fin, muchos años de paz caliente. Europa no está formada por dos mitades opuestas, sino por una realidad histórica y cultural única. Es el continente de todos.
España se congratula de que su capital, Madrid, haya servido, como subrayó su alcalde, de foro de diálogo entre los europeos que quieren vivir juntos en paz.

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