Las revueltas sociales en Túnez y Argelia han sido provocadas, según los analistas, por los problemas socioeconómicos que afectan de manera particular a la población más joven de ambos países. La media de edad en Túnez, con una población de 10 millones y medio de habitantes, es de 29,7 años. En Argelia, la edad media baja hasta los 27,1 años. Esta es una característica, la de una población joven, que comparten con otros países de la región, el norte de África, que engloba a unos 200 millones de personas, un tercio de ellas menores de 15 años, y dos tercios menores de 40.
Esta población joven ya no es iletrada como antaño: el 75% de la población en Túnez puede leer y escribir, el 70% en Argelia. Según explica Javier Valenzuela, periodista de El País, “ese mayor nivel de educación se corresponde con una menor resignación y unas mayores expectativas de vida, a lo que cabe añadir que los jóvenes norteafricanos saben cómo va el resto del mundo: ven por satélite las cadenas de televisión occidentales, y también la árabe Al Yazira, y, aunque sea en mugrientos cibercafés, son entusiastas de la información y la comunicación a través de Internet”.
A la inflación y el desempleo hay que sumar la corrupción de las autoridades y la falta de libertades, así como la desigualdad entre las clases altas y bajas. Ese descontento se ha materializado en enfrentamientos violentos con las fuerzas de seguridad y en ataques contra los símbolos del Estado, tanto en Túnez como en Argelia. No obstante, existen diferencias que conviene resaltar, como explica Yassin Temlali, periodista argelino y colaborador de Afkar/Ideas.
En el país que preside Zine El Abidine Ben Ali desde hace 24 años, las protestas han gravitado en torno al desequilibrio regional entre los dos Túnez: “uno que acapara las inversiones y las oportunidades de empleo y otro, principalmente agrario, poco atendido por los beneficios del milagro tunecino”, afirma Temlali. En Argelia, sin embargo, los contrastes económicos regionales han sido eclipsados por los contrastes “aún más chocantes entre la riqueza del Estado y el estancamiento de los salarios, entre las enormes necesidades de mano de obra y la dilapidación de los fondos públicos por responsables corruptos o en grandes proyectos confiados a sociedades extranjeras por razones electoralistas”, concluye el periodista argelino.
¿Cómo están reaccionando las autoridades ante las revueltas populares? En Túnez, Ben Ali ha destituido al ministro de Interior y ha anunciado la creación de una comisión de investigación sobre la corrupción, además de prometer la liberación de todos los detenidos en las protestas. Todo ello después de declarar el toque de queda y desplegar fuerzas militares en la capital. En Argelia, donde preside Abdelaziz Bouteflika desde 1999, los dirigentes se afanan en reprimir las protestas al tiempo que convocan un consejo interministerial extraordinario dedicado a examinar cómo atajar la subida del precio de los productos de primera necesidad.
Tanto los expertos como la propia oposición local, más organizada en Túnez, más dispersa en Argelia, no confían en que las protestas consigan poner en peligro a los regímenes autocráticos de la región; tampoco esperan una apertura sustancial en materia de libertades. La vista está puesta en la llamada ola de sucesiones. “Muchos dictadores árabes están a punto de dejar el poder y llevan tiempo preparando a sus hijos o confidentes cercanos para reemplazarlos cuando llegue el momento, con el fin de perpetuar así sus intereses y las actuales estructuras de poder”, explica Kristina Kausch, investigadora de FRIDE.
Sin duda, una oportunidad para el cambio. ¿Será aprovechada?
Para más información:
Javier Valenzuela, «No quieren teocracia, quieren libertad, trabajo y dignidad». El País, enero 2011.
Yassin Temlali, «Révoltes en Algérie et en Tunisie: similitudes et différences». Maghreb Emergent, enero 2011.
Kristina Kausch, «Sucesiones orquestadas y estabilidad en el mundo árabe». Fride, noviembre 2010.
Ridha Kéfi, “Lucha contra la corrupción, entre discurso y realidad”. Afkar/Ideas núm. 26, verano 2010.
Zohra Abid, “El ocio de los jóvenes en el Magreb”. Afkar/Ideas núm. 23, otoño 2009.
Sana Ben Achou, “Reorganización del espacio político en Túnez”. Afkar/Ideas núm. 22, verano 2009.
Rafael Bustos y Daniel Marx, “Argelia, crónica de una reelección anunciada”. Afkar/Ideas núm. 22, verano 2009.
Ridha Kéfi, “Elecciones tunecinas 2009: la fuerza de la inercia”. Afkar/Ideas núm. 21, primavera 2009.