La firma del Acuerdo Transpacífico, que creará la mayor zona de libre comercio del mundo ha sido en cierto modo el fruto de un fracaso: el de la ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio, cuyas negociaciones llevan estancadas desde 2001. Participan 12 países –incluidos EEUU, Japón, Canadá y Australia, además de los tres miembros latinoamericanos de APEC (México, Chile y Perú)– que cuentan con 800 millones de habitantes y representan el 40% del PIB mundial, el 30 de las exportaciones y el 25 de las importaciones globales.

El trágico balance de víctimas –un centenar de muertos y más de 500 heridos– del atentado en Ankara el 10 de octubre contra una manifestación a favor de la paz en el Kurdistán turco, ha puesto de manifiesto hasta qué punto Turquía está siendo engullida por la inestabilidad que se ha apoderado de Oriente Próximo.

La concesión del premio Nobel de la Paz a una plataforma de cuatro actores de la sociedad civil tunecina –el denominado Cuarteto por el Diálogo Nacional– que ha contribuido decisivamente a facilitar la transición democrática tras la caída del antiguo régimen, ha dado un bienvenido apoyo internacional al único país protagonista de la primavera árabe que ha logrado escapar de la anarquía, la dictadura y la guerra civil, pero sin que ello signifique que haya conjurado esos peligros.

La certeza, que hoy se ha demostrado infundada, de que las tasas de crecimiento de China crearían un “superciclo” en la demanda mundial de materias primas, llevó a las grandes multinacionales mineras a emprender gigantescos proyectos en los cinco continentes. Como resultado, según el Servicio Geológico de EEUU, la producción minera se ha duplicado en los últimos 20 años. Entre 2002 y 2012, por ejemplo, la producción de aluminio pasó de 24,7 a 45,7 millones de toneladas y la de acero de 975 a 2.000 millones.

La reciente reunión del FMI y del Banco Mundial en Lima fue el mejor espaldarazo que podía esperar el país andino en medio de una caída generalizada de los precios de los minerales, que representan el 55% de sus exportaciones, lo que hará que la economía crezca este año solo un 2,5%. Es la primera que se realiza en un país latinoamericano desde 1967 y a la que asistieron sus respectivos jefes, Christine Lagarde y Jim Yong Kim, representantes de bancos centrales y autoridades de 188 países y una larga lista de conferenciantes que incluyeron a la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, al presidente del Banco Popular de China, Yi Gang, y Martin Wolf, editor económico del Financial Times.