La aprobación por la Asamblea Nacional francesa –con 438 votos a favor, 86 en contra y 42 abstenciones– de un controvertido proyecto de ley para proporcionar un nuevo marco jurídico a sus servicios de inteligencia, ha dado una nueva vuelta de tuerca a la progresiva pérdida de privacidad de los ciudadanos franceses en aras de la seguridad nacional. Tras el debate en el Senado, en el que se espera un porcentaje de apoyo similar de los principales partidos políticos, lo más probable es que la nueva normativa entre en vigor a principios de julio.

La UE está decidida a cerrar la brecha digital que le separa cada vez más de EE UU, de donde provienen todos los gigantes del sector tecnológico: Google, Amazon, Facebook, eBay o Apple, que hoy vale casi 800.000 millones de dólares en bolsa. Y la nueva oleada de compañías emergentes del sector como Uber o Airbnb también proviene del otro lado del Atlántico.

Ha sido la primera vez, pero seguramente no será la última. Del 11 al 21 de mayo Rusia y China eligieron el Mediterráneo oriental para realizar unas maniobras navales conjuntas que desplegaron nueve buques de guerra: seis barcos rusos de la flota del mar Negro, comandados por el destructor Moskvá, y dos fragatas chinas –Linyi y Weifang– y el buque cisterna Weishanhu, que llegaron a las aguas del Mare Nostrum provenientes del golfo de Adén, donde participan en operaciones antipiratería.

Como en el Mediterráneo, la combinación de inmigrantes y refugiados que llenan las aguas del estrecho de Malaca, el golfo de Bengala y el mar de Andamán, ha creado las condiciones de una grave crisis humanitaria. Al final, ante la creciente presión internacional, Indonesia y Malasia se han comprometido a ofrecer refugio temporal en un “área de tránsito” a los miles de inmigrantes procedentes de Bangladesh y Myanmar, casi todos musulmanes de etnia rohingya que huyen de la pobreza y la discriminación que sufren en Myanmar, país de mayoría budista.

La suspensión del proyecto cuprífero de Tía María tras dos meses de protestas antimineras que causaron la muerte de tres manifestantes y un policía y más de 200 heridos en el departamento de Arequipa, anunciada por la minera Southern Copper, filial del Grupo México, va a ser en teoría “una pausa de 60 días” para permitir a las partes acercar posiciones.