El reciente –y explícito– mea culpa de Barack Obama por la “desafortunada muerte accidental” en enero del ciudadano estadounidense Warren Weinstein y del cooperante italiano Giovanni Lo Porto en un ataque con drones contra un centro de comando de Al Qaeda en Afganistán, donde ambos estaban retenidos por el grupo terrorista, ha sacado de nuevo a la luz pública las “bajas colaterales” provocadas por los aviones no tripulados artillados.

Volkswagen es el mayor fabricante de automóviles de Europa con un 23% de cuota de mercado, y el segundo del mundo, a escasa distancia de Toyota. Con 120 fábricas en 28 países, en 2014 vw vendió 9,7 millones de vehículos y registró un crecimiento de sus beneficios del 21%, hasta los 11.068 millones de euros. Sus 12 marcas cubren todos los segmentos: Bentley, Bugatti y Lamborghini en el lujo, Audi en el segmento alto, VW en el medio, Seat y Skoda en el medio bajo y Scania y MAN en camiones.

Para los parsimoniosos ritmos políticos del reino del desierto, en los apenas tres meses que lleva en el trono, el rey Salman bin Abdelaziz ha realizado casi una revolución, embarcándose en una arriesgada aventura militar en Yemen y ahora alterando la línea de sucesión a la corona, que hasta hoy habían ocupado solo los hijos del fundador de la dinastía, Abdelaziz al Saud, acabando así con una tradición de 60 años.

La quinta reelección consecutiva de Nursultán Nazarbayev en las elecciones de Kazajstán del 26 de abril con un 97,7% de los votos y una participación del 95,22%, ha confirmado el poder casi absoluto del único presidente que ha tenido el país desde su independencia, en 1991.

La próxima visita del presidente francés François Hollande a Cuba, las recientes de una misión “diplomático-comercial” británica y la del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, acompañado de un nutrido séquito empresarial, muestran que con el incipiente deshielo entre Washington y La Habana, la carrera por tomar posiciones en la mayor de la isla de las Antillas ha empezado con una premura inusitada.