La clara victoria del partido Likud del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, al obtener 30 escaños en la Knesset (el Parlamento israelí, de 120 diputados), frente a los 24 de la coalición Unión Sionista, liderada por el laborista Isaac Herzog, hará que muy probablemente el líder del Likud supere la marca de David ben Gurion como el jefe de gobierno más longevo de la historia del Estado judío. Las cifras electorales confirman que a pese a la recuperación laborista, el giro a la derecha de la sociedad israelí de los últimos 15 años obedece a causas estructurales, ligadas a su percepción de que ante un mar de enemigos –Hamás, Hezbolá, el Estado islámico, Irán…–, Israel necesita un liderazgo fuerte que no se amilane ni siquiera ante las presiones de EE UU, su principal aliado.

Con el lanzamiento –por ahora informal– de las candidaturas de Jeb Bush y Hillary Clinton a las primarias republicanas y demócratas, ya ha comenzado la larga campaña electoral que culminará el 8 de noviembre de 2016, lo que va a tener diversas consecuencias geopolíticas. A la inevitable tendencia de retraimiento en sus asuntos internos que conllevan las campañas presidenciales, se va a sumar la creciente interferencia del Congreso en la política exterior de la superpotencia, campo en el que Barack Obama va a concentrar el tramo final de su mandato.

En el macabro vídeo difundido por el Estado Islámico/Daesh en el que sus verdugos libios decapitaban a 21 cristianos coptos egipcios, una voz en off advertía que las huestes yihadistas se encontraban a un tiro de piedra de Roma y que intentarán conquistarla “con la venia de Alá” para “destruir sus cruces y esclavizar a sus mujeres”. Una reciente portada de su revista, Dabiq, mostraba una foto de la plaza de San Pedro en la que flameaba la bandera negra del Daesh. En Twitter, sus seguidores han comenzado a utilizar el hashtag #WearecomingtoRome (estamos llegando a Roma) con fotos de milicianos encapuchados en una especie de peregrinación armada a la capital italiana. Libia está a 350 kilómetros de la isla de Lampedusa.

Las políticas de ajuste y austeridad tienen muchos adversarios, pero Irlanda demuestra que en determinadas circunstancias funcionan. En los últimos trimestres, el antiguo “tigre celta” ha vuelto a rugir. En 2014 fue la economía de la UE con el mayor crecimiento del PIB, con un 4,8%, muy por encima de la media del 0,9% de la zona euro. Y todas las previsiones indican que el país volverá a repetir –o a batir– esas marcas en 2015.

El juramento de lealtad del líder del grupo yihadista nigeriano Boko Haram, Abu Bakr Shekau, al Estado Islámico/Daesh ha acercado un paso más a la organización liderada por Abu Bakr al Bagdadi a su objetivo de crear un califato que se extienda por todo el mundo musulmán. A su vez, para los yihadistas nigerianos, rendir pleitesía al Daesh refuerza sus planes expansionistas en Níger, Chad y Camerún. Aunque Boko Haram surgió en 2002, solo en 2013 –tras colaborar durante años con Al Qaeda en el Magreb Islámico, sobre todo en Malí– traspasó las fronteras de Nigeria.