Rusia comenzó 2014 siendo la octava economía mundial, con un PIB de casi 2,1 billones de dólares, según el Banco Mundial. Hoy, tras una depreciación del 50% del rublo, el tamaño de la economía rusa medido en dólares se ha reducido a la mitad, situando el PIB del país en el nivel de México e Indonesia, con los que comparte ahora el puesto 15.

El proyecto de ley promovido por el ministro francés de Economía, Emmanuel Macron, para desregular los horarios comerciales y facilitar el acceso a profesiones colegiadas y la apertura de nuevas empresas, además de rebajar los peajes en las autopistas, ha encontrado una dura resistencia entre los sindicatos y el ala izquierda del Partido Socialista, planteando una prueba de fuego para el primer ministro, Manuel Valls.

La campaña que la ue libra desde hace años contra Google empieza a ser obsesiva. Pero no es gratuita. La masa de información acumulada por el buscador, utilizado por más del 90% de los europeos –una ratio muy superior a la de EE UU–; la presunta discriminación que genera en algunas búsquedas y su tendencia a utilizar la ingeniería financiera para eludir el pago de impuestos, impulsan el acoso al gigante tecnológico.

En su reunión de 1 de diciembre en Ankara, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan dejaron de lado todo lo que les separa –Chipre, Siria, Ucrania...– para concentrarse en lo que les une: su desconfianza hacia Occidente. Días antes de la visita de Putin, Erdogan declaró ante un comité de la Organización de Cooperación Islámica que los países occidentales instigan deliberadamente los conflictos en Oriente Próximo para explotar los recursos naturales de los países musulmanes, un argumento también reiterativo –con diferentes víctimas– en el discurso de Putin.

La pérdida de importancia de los países árabes del Golfo como proveedores de hidrocarburos a EE UU está comenzando a tener consecuencias geopolíticas. Mientras Reino Unido ha anunciado que establecerá una base militar en Bahrein, los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo (Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Catar, Bahréin y Omán) han propuesto unificar sus estructuras militares, al parecer en previsión de un eventual repliegue del Pentágono en la zona.