El deterioro de las cifras macroeconómicas alemanas ha movido al gobierno de Berlín a aprobar una batería de medidas para aumentar el gasto público en varios miles de millones de euros, subir las pensiones más bajas, subsidiar con 100 euros al mes a madres que tengan que cuidar a bebés y eliminar el copago de 10 euros en el sistema de salud.

Las cancillerías europeas recibieron con beneplácito la reelección de Barack Obama, aunque no con el entusiasmo de 2008. Europa valora los logros de su primer mandato, incluido el fin de la ocupación militar de Irak, la estrategia de salida gradual de Afganistán y su crucial contribución para que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara la zona de exclusión aérea en Libia que acabó con la larga dictadura de Muamar el Gadafi.

Una de las grandes cuestiones que tendrá que decidir Barack Obama en su segundo mandato será qué hacer en relación a Oriente Próximo. Los analistas no creen que se vayan a alterar en lo fundamental las pautas seguidas en Libia y, más recientemente, en Siria. En Irak y Afganistán, el empeño de la Casa Blanca ha sido básicamente encontrar una salida digna de escenarios, donde la victoria militar y la consecución de los objetivos políticos que inspiraron sus invasiones eran inalcanzables.

El 18º Congreso del Partido Comunista Chino (PCCH) ha significado el encumbramiento de una nueva generación de “príncipes rojos”, es decir, hijos tardíos de los más jóvenes fundadores de la República Popular. El nuevo secretario general del partido y próximo presidente, Xi Jinping, se verá acompañado de al menos dos parientes de actuales miembros del Comité Permanente del Politburó, el pináculo del poder político chino, integrado por siete personas.

Afectará a las relaciones entre EE UU y Cuba que el 48% de los cubanoamericanos de Florida, que tradicionalmente votaban en bloque a los republicanos, hayan optado esta vez por Barack Obama? Esa es la pregunta que se afanan en contestar los analistas en Miami, Washington y La Habana. Pero nadie parece tener respuesta.