Tres meses después del Consejo Europeo del 21 de julio, cuyas medidas quedaron inéditas, la UE ha tenido que salir de nuevo al rescate, pero ya no solo de Grecia sino del euro mismo.

La decisión de la UE de imponer a los acreedores privados de Grecia una quita del 50% sobre el valor nominal de sus bonos soberanos, para estabilizar la deuda pública helena en un 120% del PIB hacia 2020, frente al 162% actual, se ha limitado a reconocer la realidad después de varios meses de dilaciones y de tratar de resolver el problema con más endeudamiento.

Hasta hace poco, la interminable crisis de la zona euro parecía dar la razón a la posición británica de quedar al margen de la moneda única. Al fin y al cabo, Londres cuenta con mayores mecanismos para capear el temporal y tampoco tiene que rescatar a los países en dificultades.

Cuando Mohamed Buazizi decidió inmolarse el 17 de diciembre de 2010 en una perdida ciudad del interior de Túnez, nada hacía prever que ese acto de desesperación activaría un proceso que terminaría con la caída de la dictadura de Zine el Abidine Ben Alí, ni mucho menos que llevaría a una indiscutida victoria en unas elecciones nacionales del hasta entonces ilegalizado partido islamista En Nahda (Renacimiento).

Aumentar el gasto público en periodos electorales es una de las tácticas más tradicionales del repertorio populista latinoamericano, cuyo maestro indiscutible fue Juan Domingo Perón.