Informe Semanal de Política Exterior
El Caribe: La Habana dinamita los puentes
En mayo de 2008, en una conferencia en Miami durante su campaña electoral, Barack Obama dijo que estaría dispuesto a reunirse con
Raúl Castro para normalizar las relaciones con La Habana. Una vez en la Casa Blanca, redujo las restricciones a las visitas a la isla de los cubanos del exilio y a las remesas que envían a sus familiares.
ISPE:
Políticas monetarias: La hora de los bancos centrales
Agotado prácticamente el margen para políticas de estímulos fiscales de la economía en la mayor parte de los países desarrollados por
la resistencia de sus gobiernos a endeudarse más en un contexto recesivo, los únicos agentes con capacidad para devolver la confianza
a los mercados son los grandes bancos centrales.
Zona euro: El precio de la quiebra de Grecia
Tras la falta de acuerdos en la última reunión del Ecofin en Wroclaw (Polonia) los mercados volvieron a zozobrar, convencidos de que a
Grecia no le quedará más salida que el default. Al margen de declaraciones tranquilizadoras, todas las partes implicadas en el drama griego están contemplando esa posibilidad y preparando planes de contingencia.
Dinamarca: El europeísmo recupera terreno
Las recientes elecciones danesas se produjeron en un momento crítico para la UE. En muchos Estados miembros, desde Finlandia a Grecia y
desde Hungría a Holanda, el sentimiento europeísta de las élites y los ciudadanos sufre una clara erosión, mientras se expanden, a la izquierda pero sobre todo a la derecha, actitudes nacionalistas y populistas.
Tráfico marítimo: Otro santuario pirata en África
EL secuestro del petrolero de pabellón chipriota Mattheos I frente a las costas de Benín el l5 de septiembre, en el que fueron capturados cinco
españoles entre otros 18 tripulantes, es una señal más de que el golfo de Guinea, que cubre el litoral de 12 países de África occidental, se está convirtiendo aceleradamente en un importante centro de operaciones para la piratería internacional.
Oriente Próximo: Erdogan,
La llegada al poder en Turquía del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y de su carismático líder, el primer ministro Recep Tayyip
Erdogan, presentó ante los árabes, tanto islamistas como liberales, un modelo que combina de apego al islam, respeto a la democracia y al carácter aconfesional del Estado y desarrollo económico. Turquía es 99% musulmán, pero es un Estado secular democrático en el que todas las religiones son tratadas del mismo modo, dijo Erdogan en su reciente visita a Túnez.