Pese a que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional pusieron sobre la mesa 750.000 millones de euros, más que suficientes para garantizar la compra de bonos de España y Portugal, y que los indicadores de ambos lados del Atlántico muestran que la recuperación ha comenzado, los mercados siguen nerviosos, lo que se refleja en la volatilidad de las bolsas y su tendencia bajista.

La VI cumbre de jefes de Estado y de gobierno de la UE y América Latina y el Caribe en Madrid –precedida por cumbres con México, Chile y el foro que agrupa a los países del Caribe, y seguida de cumbres con los países centroamericanos, andinos y de Mercosur– dejó en evidencia la urgente necesidad de poner al día un marco que se estableció hace más de 10 años y que ya no se corresponde con las realidades actuales, ni europeas ni latinoamericanas.

A finales de los años noventa, la distensión de las relaciones entre Turquía y Grecia, secularmente enfrentadas y al borde de la guerra tras la invasión turca del norte de Chipre en 1974, permitió que Turquía fuera aceptada como candidata a la adhesión a la UE por el Consejo Europeo de diciembre de 1999.

La crisis económica en la UE y la debilidad del euro están planteando múltiples dudas al otro lado del Atlántico.

Las organizaciones indígenas y sindicales las han comenzado a abandonar a los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, y de Bolivia, Evo Morales.