La caída del dólar –un 15% desde marzo frente a una amplia cesta de monedas– representa, en cierto modo, un regreso a la normalidad. La crisis financiera disparó su valor un 20% en relación al euro, entre julio de 2008 y marzo de este año, por la estampida de capitales al refugio seguro de la moneda que supone el 65% de las reservas mundiales de divisas, en comparación con el 25% denominadas en euros.

La promesa de José Luis Rodríguez Zapatero a Barack Obama de que España hará el “máximo esfuerzo” en Afganistán se ha producido poco después de que la muerte de otro militar español en ese país haya revelado el escenario cada vez más peligroso en el que operan sus tropas, debido a unas reglas de enfrentamiento poco claras, un equipamiento insuficiente y una escasa coordinación con el resto de las fuerzas internacionales.

Aunque el premio Nobel de la Paz a Barack Obama ha sido recibido en Oriente Próximo con críticas casi unánimes por su carácter prematuro, quizá podría ayudarle a desenredar la endiablada madeja que suponen los múltiples conflictos de la región. El presidente cree, después de todo, en “la audacia de la esperanza”, como tituló uno de sus libros.

En 1992 la conmemoración del quinto centenario del descubrimiento de América catalizó la eclosión de los modernos “movimientos indianistas” desde México a Chile. Ahora, el ciclo de celebraciones del bicentenario de la independencia de las repúblicas hispanoamericanas que acaba de empezar, podría consolidarlos como organizaciones políticas relevantes.

La elección de Río de Janeiro como sede de los juegos olímpicos en 2016 ha aumentado aún más, si cabe, el interés de las empresas españolas por ampliar su ya fuerte presencia en el gigantesco mercado brasileño, un país de 190 millones de habitantes. Las grandes constructoras españolas podrían participar en los proyectos de grandes infraestructuras deportivas, aeroportuarias o de transporte que se pondrán en marcha con motivo de los juegos.