En estos momentos la OTAN tiene 32.000 soldados en territorio afgano, un país de 30 millones de habitantes en el territorio más escarpado del mundo. En esas condiciones, los talibanes solo tienen que esperar a que los países occidentales se den por vencidos y retiren sus tropas para reivindicar su victoria frente a la organización militar más poderosa de la historia. En el último año, la violencia se ha cuadruplicado en el país, los talibanes han rearmado a unos 10.000 combatientes, y zonas antes estables como Herat y Kabul se encuentran hoy en su radio de acción.

De forma inesperada, israelíes y palestinos han acordado una tregua que hasta el cierre de esta edición era respetada. El acuerdo, primero entre las organizaciones palestinas y luego con el gobierno israelí, ha permitido que las poblaciones fronterizas israelíes y las de la franja de Gaza hayan obtenido un respiro, por lo menos temporal

El viaje de Benedicto XVI a Turquía arrancó el 28 de noviembre con una gran sorpresa: su apoyo, condicionado pero inequívoco, a la integración turca en la Unión Europea. El Papa advirtió al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, de la falta de poder político de la Santa Sede para intervenir en el proceso. Pero su respaldo influirá poderosamente en la respuesta europea a Ankara. Erdogan recibió al Papa en el aeropuerto: los dos interlocutores dedicaron casi los 25 minutos de su conversación a ese punto.

La clara ventaja del izquierdista Rafael Correa, que obtuvo el 57,3% del voto frente al 42,7% del conservador Álvaro Noboa, en la segunda vuelta de las elecciones ecuatorianas del 26 de noviembre, no deja dudas sobre su triunfo, pero no ha despejado las incógnitas que rodean sus posiciones políticas y económicas. Mientras que a los enviados de la prensa internacional les hablaba en un impecable inglés –y a veces también en francés, idiomas que aprendió en las universidades de Lovaina (Bélgica) y de Illinois (EE UU), donde estudió economía– de su admiración por la obra de John Kenneth Galbraith, en la calle atacaba duramente al Fondo Monetario Internacional y a sus “lacayos de la oligarquía ecuatoriana”.

Al contrario de anteriores ocasiones, ni en Europa ni en EE UU parecen estar en la actualidad excesivamente preocupados por la situación del dólar y el euro, que ha llegado a superar el 1,31 respecto a la divisa norteamericana. Pero la caída del dólar, además del enorme déficit comercial y por cuenta corriente, un menor ritmo de crecimiento y la caída de la construcción de viviendas en EE UU, ha sido aprovechada por sectores del Partido Demócrata para proponer soluciones proteccionistas.