La falta de acuerdos concretos de la conferencia internacional en Roma convocada para encauzar por la vía diplomática la crisis de Líbano, ha demostrado que la nueva “hoja de ruta” está sembrada de minas: el proceso político ha comenzado con buenas intenciones pero por el momento poco o nada ha logrado, sobre todo porque la administración de George W. Bush intenta demorar al máximo el alto el fuego a la espera de que la estrategia de Israel en ese país obtenga los resultados pretendidos.

Para los integristas suníes (salafistas) de Al Qaeda, el chiísmo constituye una desviación herética del islam –y las matanzas de chiíes por radicales suníes en Irak o Pakistán así lo confirman–, por lo que siempre han desconfiado profundamente de organizaciones islamistas chiíes como Hezbolá. Sin embargo, la actitud combativa de ese partido/milicia libanés contra el enemigo común de todos los yihadistas –la “entidad sionista”– ha obligado a algunos salafistas a moderar su discurso.

La aplicación de la tercera gran amnistía decretada en Argelia tras la ley de la Rahma (perdón) puesta en marcha a mediados de los años noventa bajo la presidencia del general Liamin Zerual y de la ley de Concordia Civil al principio del mandato de Abdelaziz Buteflika en 1999, está provocando una creciente inquietud en el país. Y ello a pesar de que la Carta Nacional de Reconciliación actualmente en vigor obtuvo, como las leyes anteriores, el apoyo popular en un referéndum.

Hace unos años, el científico James Lovelock declaró en una entrevista que “la única solución viable al calentamiento global es la energía nuclear”. Sin embargo, la generación eléctrica a partir de reactores atómicos sigue suscitando en algunos partidos socialdemócratas europeos como el español y el alemán, un profundo rechazo.

La negativa de Evo Morales a convertir Bolivia en un nuevo miembro de Mercosur por la necesidad de su país de seguir integrado en la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y su ausencia en la manifestación en la que participaron Hugo Chávez y Fidel Castro en un estadio de la ciudad argentina de Córdoba en la pasada cumbre presidencial del bloque, han puesto en evidencia los límites del voluntarismo político en materia comercial.