Sevilla es ya el tercer polo aeronáutico de Europa, después de Toulouse (Francia) y Hamburgo (Alemania), gracias a la integración de CASA en EADS, una decisión tomada en 1999 que situó a España entre los grandes de la aeronáutica europea. Pero esta posición de privilegio no es un fait accompli. España se juega estos días la posibilidad de consolidar y reforzar su peso en el conjunto de la industria europea, y esta vez la pelota está más en manos de los inversores institucionales y de los bancos que en las del gobierno.

Los Veinticinco están ya negociando sobre el presupuesto de la UE para el periodo 2007-13. La pretensión es que se alcance un acuerdo que puedan ratificar los jefes de Estado y de gobierno en su reunión de junio. En un debate tan importante y conflictivo, económica y políticamente, no es fácil distinguir el grano de la paja en las cifras que se ofrecen: aparte del sesgo que puedan introducir los intereses políticos de los que de ellas se sirven, los expertos no se ponen de acuerdo en las cifras que deben servir de referencia

Los planes anunciados por el príncipe heredero saudí Abdalá, tras su reunión con George W. Bush en Crawford (Tejas), de aumentar la producción petrolera de su país y reducir el precio de los combustibles en los mercados mundiales –especialmente el de la gasolina en EE UU (2,22 dólares el galón)– apenas produjo resultados: el barril se paga desde principios de año en torno a los 55 dólares, el doble que en 2002.

Sea cual sea el resultado de la elección del próximo secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), las cinco votaciones consecutivas que no pudieron romper el empate entre los dos candidatos, el ministro del Interior de Chile, Miguel Ángel Insulza, y el secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Ernesto Derbez, han puesto en evidencia la pérdida de influencia de EE UU en la región, y han marcado una línea divisoria entre la órbita del bloque del Tratado de Libre Comercio –EE UU, Canadá y México– y los partidarios de un regionalismo suramericano en torno a Brasil.

Cinco años después que Israel se retirara de Líbano, Siria ha seguido finalmente sus pasos retirando sus fuerzas militares, cumpliendo así con la letra de la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU. ¿Significa ello el fin de la influencia siria en Líbano? A esta pregunta responden unánimemente los analistas de la región de forma negativa.