Europa vive una paradoja. Mientras su economía ha perdido fuelle durante los últimos meses, las bolsas se han disparado. Después de un primer y un segundo trimestres con crecimientos del 0,7% y 0,5%, respectivamente, la economía de la UE volvió a hundirse en la segunda mitad del año en tasas del 0,3% y el 0,2%, una situación que se achacó al alza del petróleo y a la fortaleza del euro. Sin embargo, los inversores se han lanzado sobre los valores bursátiles, tanto que algunos ganaron más del 20% en poco menos de seis meses.

Desde el atentado de 1981 nunca había estado Juan Pablo II tan cerca de la muerte como en la reciente doble crisis de las vías respiratorias. El 1 de febrero el Pontífice estuvo a punto de morir asfixiado. Una vez más, la reacción de su secretario, monseñor Stanislaw Dziwisz, le salvó de la muerte.

Una de las novedades más relevantes de la Constitución Europea será la creación de un ministro de Asuntos Exteriores de la Unión; una figura que intentará poner fin a la absurda división existente en las relaciones exteriores de la UE, entre asuntos económicos y comerciales –competencia de la Comisión– y asuntos políticos y de seguridad, competencia de los Estados miembros coordinados por el Consejo de Ministros.

El 1 de marzo, tres días después de cerrarse el plazo del canje de la deuda argentina, el Bank of New York –el agente contratado por el gobierno de Néstor Kirchner para dirigir la operación– señalaba que más del 80% de los bonos elegibles –por un valor nominal de 103.000 millones de dólares– fueron canjeados.

La política de EE UU hacia Oriente Próximo estará marcada en los próximos meses por una mayor implicación en el proceso palestino-israelí. Los recientes viajes de George W. Bush y de su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, a Europa han servido para reiterar la intención de Washington (¿se quedará sólo en eso?, se preguntan analistas israelíes y palestinos) de buscar activamente el desbloqueo del proceso de paz. Por el momento, los portavoces de Bush consideran con “gran satisfacción” que se han registrado progresos importantes, pero advierten de que no deben crearse grandes expectativas: “Hay que ser realistas dados los graves obstáculos a superar”.