El apoyo a Rabat –explícito en el caso de Washington, tácito en el de París y Madrid– evidencia el creciente peso de la diplomacia marroquí en el escenario internacional. Nadie se la va a jugar hasta las últimas consecuencias por los saharauis.

Diversas instituciones estadounidenses han puesto en marcha la maquinaria para acabar con la posición dominante de las multinacionales tecnológicas estadounidenses, que copan el mercado debido a su innovación y a una posición que les permite barrer a la competencia.

El calentamiento de las aguas caribeñas vuelve cada vez más fuertes los huracanes, que han devastado la región y dejado a 90.000 personas en refugios improvisados. Honduras y Guatemala han pedido a Naciones Unidas que declare la región como la más afectada por el cambio climático, y a Estados Unidos que detenga las deportaciones.

Los cambios demográficos, un modelo de crecimiento agotado y las deudas contraídas por países que se integran en sus proyectos de infraestructura complican la posición financiera de la potencia asiática. Se ha vuelto común hablar de la primera crisis de deuda china.