Allá donde te encuentres aprovecha para desconectar, pero no pierdas de vista lo que ha sucedido en el mundo. El último número de Política Exterior te acompaña en tu descanso en la playa, montaña o sofá. Sin prisa, es hora de disfrutar.
«En su 150 aniversario como país independiente, la consolidada ‘marca Canadá’ se asienta en dos pilares, interno y externo. En el interior, existe una alta confianza de los canadienses en un gobierno que, con pocas oscilaciones, combina una política liberal en la economía y el comercio con un Estado protector del bienestar y la diversidad. En el exterior, el idealismo de Canadá, su defensa del multilateralismo, de la promoción de la paz, la cooperación y los derechos humanos han resultado ser una política pragmática para los intereses del país y fortalecedora de la identidad canadiense». Editorial, Desde Canadá
«Lo que preocupa de verdad al presidente es la investigación de las controvertidas relaciones que él, su familia y los miembros de su campaña electoral mantuvieron con autoridades rusas y hasta con el mismo presidente Vladimir Putin, sobre todo después de que el FBI y las 17 agencias de información hayan denunciado sin ambages los ataques cibernéticos que los rusos realizaron contra el Partido Demócrata y contra el mismo sistema electoral durante la campaña presidencial de 2016». Jaime de Ojeda, Carta de América: Huyendo de la trama rusa
«El fallecimiento del canciller alemán Helmut Kohl ha traído de vuelta los recuerdos de una Unión Europea que parecía más unida, más ambiciosa y más optimista sobre su futuro. La Europa de Kohl estaba considerando pasos de gran alcance hacia una integración más profunda (…) La integración fue impulsada por la ambición y el consenso entre los Estados miembros (…) Esta lección sobre el poder de la ambición de los Estados miembros viene a la mente al analizar la integración europea actual». Josef Janning y Christel Zunneberg, Carta de Europa: Coaliciones en la UE y el papel de España
«Que China tiene una capacidad de influencia sobre la República Popular Democrática de Corea mayor que la de cualquier otro país es evidente. Pero eso no significa que pueda obligarla a seguir una política determinada, en especial a desnuclearizarse, cuando el régimen norcoreano y su máximo dirigente consideran que el arma nuclear es su seguro de vida (…) La concertación entre Washington y Pekín es indispensable, tanto para reconducir la conducta de Pyongyang como para evitar un escenario de conflicto entre ellos». Eugenio Bregolat, Carta de China: La encrucijada coreana
«En los años transcurridos de la actual década, el monto de fallecidos en Europa occidental como consecuencia de atentados yihadistas supera al registrado durante toda la década anterior. Esos actos de terrorismo responden a una movilización yihadista sin precedentes en los últimos seis años (…) sin embargo, no ha afectado ni afecta por igual a los distintos países de Europa occidental». Fernando Reinares, Yihadismo en Europa: matar para dividirnos
«La actual crisis entre Doha y Riad excede los motivos esgrimidos por los Estados que han tomado medidas contra Catar. (…) Se trata de una rivalidad entre dos Estados que, con visiones no tanto antagónicas como diferentes, pugnan por liderar el mundo árabe. Catar trata de presentarse como una alternativa (…) pero es evidente que Arabia Saudí trata de desmontar el entramado creado por Doha para garantizar su independencia y su proyección internacional.» Alberto Priego, Catar y las tensas relaciones con sus vecinos del Golfo
«Ser canadiense significa pertenecer a una comunidad que es, desde sus orígenes, una de las más diversas del mundo. Cuando el gobierno independentista accedió al poder en Quebec, en 1976, el entonces primer ministro Pierre Trudeau insistió en que Canadá solo podría sobrevivir a través del “respeto mutuo y el amor por los demás. (…) Canadá ha superado las diferencias, viejas y nuevas, sin eliminarlas, y hoy la identidad canadiense se ha sumado a ellas”. Leonid Sirota, Tan canadienses como permitan las circunstancias
«Internacionalista constructivo, el primer ministro canadiense ha recuperado los activos tradicionales de Canadá, centrándose en la defensa del clima, de la mujer y de un comercio diversificado. (…) En estos casi dos años de gobierno, la marca internacional de Canadá ha mejorado. Pese a que los canadienses piensan que el mundo es un lugar más peligroso, depositan una gran confianza en la habilidad de Trudeau para gestionar los asuntos internacionales.» Colin Robertson, ‘Canada is back’, la política exterior de Justin Trudeau
«Los altibajos de la política de Canadá hacia Latinoamérica a lo largo de las décadas parecen indicar que si el país no realiza un esfuerzo coherente y ofrece soluciones útiles, al tiempo que persigue su interés nacional, caerá en la irrelevancia en la región. EEUU, Brasil y México pueden cumplir sus compromisos con poco esfuerzo y sin que su influencia disminuya significativamente. Canadá, sin fronteras compartidas, ni vínculos lingüísticos o una historia interconectada, no puede permitirse ese lujo» Eric Miller, Compromiso y pragmatismo con Latinoamérica
«El mensaje subyacente de la Casa Blanca es claro: nos desentendemos del cambio climático (…) Sin embargo, el Acuerdo de París va a prevalecer. Europa, China, India, Brasil, Japón, Canadá, México, Argentina y la abrumadora mayoría de países en desarrollo lo apoyan sin fisuras. La firmeza de la comunidad internacional en defensa del consenso de París viene motivada por la gravedad y aceleración del cambio climático y por la percepción de que la transición hacia un sistema energético descarbonizado no tiene marcha atrás.» Antxon Olabe Egaña, La Casa Blanca y el consenso de París.
«La victoria de Macron se podría pues definir como un éxito evolutivo, inesperado y anticíclico, frenando la deriva internacional de repliegue nativista y valores retrógrados (…) El nuevo presidente aglutina una parte mucho más significativa de franceses que han querido probar suerte con él. (…) El mérito de Macron es, también, el que es. Chapeau, como dirían los franceses». Dídac Gutiérrez-Peris, Tres matices sobre la victoria de Macron.
«La pérdida del apoyo estadounidense a la integración y, más aún, su cuestionamiento explícito llaman la atención por cuanto la promoción de la unidad europea fue una prioridad de la política exterior de EEUU tras la Segunda Guerra Mundial. En un momento en que Europa parecía al borde del colapso, en el departamento de Estado apostaron fuerte por la unidad europea, conscientes de que solo esta podría asegurar la viabilidad de sus economías, posibilitar la integración de Alemania en Occidente y hacer frente a la amenaza soviética». Belén Becerril Atienza, Cuando EEUU apoyaba la unidad europea
«Ante un escenario altamente volátil y con una compleja situación de seguridad en Europa desde 2014, se hace necesario contar con mecanismos de disuasión creíbles y una capacidad de intervención rápida a fin de dar respuesta inmediata a una agresión. Poner en marcha la denominada Alianza Defensiva será, de hecho, el principal reto que tenga ante sí la Unión Europea en los próximos años». Francisco Aldecoa Luzárraga y Gustavo Díaz Matey, Hacer creíble la Alianza Defensiva
«Si bien la política comercial de la originaria Comunidad Económica Europea/Comunidad Europea estuvo marcada en sus primeras décadas por la pertinaz defensa del sector agrícola, el programa del mercado único, aplicado desde mediados de la década de 1980, terminó convirtiendo a la UE en un agente multilateral de carácter marcadamente agresivo. (…) El eslogan del Brexit, «recuperar el control», apelaba a un Reino Unido liberado tanto del proteccionismo como de la desregulación de Bruselas. (..) La actual discordia en el seno del gobierno británico muestra las dificultades a las que se enfrenta la visión de los euroescépticos hiperglobalistas». Gabriel Siles-Brügge, Política comercial después del Brexit
«Nos enfrentamos a desafíos globales de gran dimensión, como el cambio climático, el terrorismo y la migración, que requieren una respuesta global concertada. Mientras estos desafíos están hoy en su apogeo, el orden mundial liberal y la red de instituciones internacionales están experimentando una crisis existencial. Estas instituciones no pueden hacer su trabajo en medio de la desconfianza de los ciudadanos, mucho menos sin son consideradas distantes e incluso una amenaza a la soberanía nacional.» Alana Moceri, ¿Existe una opinión pública internacional?
«Zbig, como era llamado, fue todo un símbolo del sofisticado proceso que hasta ahora ha sido la formulación de la política exterior de EEUU. Con un currículum interminable, comparable al de su predecesor Henry Kissinger, con quien tenía una profunda rivalidad, ninguno de los consejeros de Seguridad Nacional de la Casa Blanca ha vuelto a tener ese nivel de influencia. (…) De acuerdo al testimonio de su televisiva hija, Mika Brzezinski, el “jefe” se mantuvo sharp hasta el final, interesado y con ganas de estudiar hasta la víspera de su muerte». Pedro Rodríguez, Zbigniew Brzezinski, referente del orden liberal internacional