El largo verano político concluye con varias heridas abiertas, que repasamos en imágenes. Desde mapas con el despliegue militar de EEUU en el Pacífico o la distribución étnica en Oriente Próximo, pasando por el desolador escenario libio, hasta fotografías que dan cuenta de los dilemas que sufre la Turquía de hoy –donde la imagen de Erdogan rivaliza con la bandera nacional– o que permiten echar un vistazo al esperpento aterrador que vive Corea del Norte.
Pasen y vean, #PolExt173 no tiene desperdicio.
“Tras lo sucedido en Turquía vuelve a ponerse de relieve la importancia estratégica del país, hoy pieza clave en la OTAN, en el conflicto sirio, y en la grave y siempre pendiente cuestión de los refugiados y el nuevo sectarismo que se extiende por Oriente Próximo”. Editorial.
“Se diría que la comparación de ambas plataformas induciría al electorado a votar de manera decisiva a favor de los demócratas. Sin embargo, Clinton no lo tendrá fácil. La contundente simpleza de las propuestas de Trump encandila a una opinión pública que no quiere saber nada de programas complicados, por muy interesantes que puedan ser, y que prefieren un cambio radical de la política nacional (aunque ni sepa exactamente cuál). En los sondeos una considerable mayoría, sin diferencia de partidos, manifiesta querer un cambio decisivo en la orientación política del país”. Jaime de Ojeda. Obama y el insuperable problema racial de EEUU.
“La nueva estrategia es uno de los pocos textos europeos de su género cuyas ambiciones no provienen de una especie de fe abstracta en la idea de la integración, sino de una necesidad acuciante. La hipérbole –y en el texto hay hipérbole– no resulta tan rancia como de costumbre. El documento debería interpretarse como una señal de que sus autores han comprendido la extrema gravedad de la sombría situación geopolítica de Europa. No emplean palabras altisonantes para adormecernos, sino para despertarnos”. Jan Techau. Nueva Estrategia Global de la UE. ¿Útil o sin sentido?
“La expansión y modernización de las fuerzas convencionales y nucleares chinas, junto con los últimos acontecimientos en el mar del Sur de China, suscitan además una serie de percepciones que alimentan y confirman estos temores y las conductas consecuentes. Esta dinámica sugiere un nivel menor de tolerancia en lo que Pekín establece como injerencia occidental y una mayor confianza en consolidar el control de sus intereses fundamentales y demandas de reforma del orden internacional”. David García Cantalapiedra. Estados Unidos, China y la lógica del conflicto en Asia.
“La tensión en Turquía y el riesgo de que se deterioren las relaciones con EEUU y la UE está provocando inquietud en el ámbito económico. El hiperactivo ministro de Economía, Mehmet Simsek, está multiplicando los contactos para trasladar un mensaje de tranquilidad y continuidad a los inversores internacionales. El golpe en sí pero también las medidas tomadas posteriormente pueden aumentar la percepción de vulnerabilidad y tener un coste reputacional para el país, no solo entre inversores sino también en otros sectores sociales”. Eduard Soler i Lecha. Turquía. Impresiones sobre un golpe fallido.
“Esta presencia masiva de refugiados es un gran desafío para los países de la región que carecen de contratos sociales estables e instituciones incluyentes, y en los que el sectarismo está extendido e institucionalizado de forma progresiva. La reivindicación de las identidades (tribales, étnica, religiosas) es la respuesta al fracaso del Estado poscolonial en proveer seguridad, bienes y garantizar derechos a sus ciudadanos. Más en general, el sectarismo es un rechazo cultural a la globalización económica, política y cultural”. Mariano Aguirre. Refugiados y sectarismo en Oriente Próximo.
“La actual coyuntura Libia se asemeja bastante a una muñeca “matrioska”, en la que cada conflicto o disputa encierra otro más pequeño en su interior. En un contexto enormemente complejo, la militancia salafista yihadista libia no solo ha demostrado tener capacidad de análisis para saber adaptarse a los cambios, sino que también ha evidenciado disponer de un margen de evolución. Frente al resto de opciones disponibles, ha sabido explotar los aspectos que legitiman su causa y , a día de hoy, es imposible saber cómo o cuándo pueden ser erradicados”. Sergio Altuna. La ‘matrioska’ islamista libia.
“Hasta la fecha solo ha funcionado el acuerdo alcanzado en 1994, que frenó durante 10 años el programa nuclear norcoreano y ha retrasado indiscutiblemente su desarrollo. Ahora es el momento de volver a considerar una política de acercamiento a Corea del Norte sobre la base de que la proliferación no puede ser revertida, pero al menos puede ser detenida. La comunidad internacional debería procurar no reforzar la bunkerización del país con más sanciones y ensayar nuevas formas de diálogo”. Belén Lara. La penúltima provocación de Corea del Norte.
“A medida que las empresas chinas busquen nuevas oportunidades en la región, es probable que los canales financieros y de inversión hacia América Latina evolucionen hacia una mayor diversificación por países y sectores. Por lo que se refiere a la presencia financiera de China en América Latina. Las líneas de crédito regional deberían ir dirigidas en los próximos años a nuevos países. La creciente presencia de bancos comerciales chinos también podría ayudar a diversificar la cartera de inversiones chinas en la región y a reducir su exposición financiera”. Ángel Melguizo, José Ramón Perea y Rolando Avendaño. China y América Latina: hacia una nueva asociación.
“La valoración del federalismo como un elemento estructural especialmente positivo del sistema político de la República Federal está en peligro. En si forma actual, los expertos lo consideran responsable de las disfunciones políticas y económicas que aquejan al país a pesar del éxito de las exportaciones. Dado que prácticamente todos los partidos tienen derecho a intervenir en el Consejo Federal, el federalismo es propenso a los bloques políticos. Acabar con ellos es caro y, además, existe el riesgo de que el sistema se vuelva ineficaz”. Jochen Thies. Alemania como Estado federal.
“Plokhy fija, de hecho, un nuevo estándar en las explicación del por qué y el cómo del colapso soviético. Y lo hace, por un lado, otorgándole un carácter decisivo a la naturaleza imperial de la URSS y, por otro, impugnando la interpretación triunfalista que impulsó el gobierno de Estados Unidos una vez que se consumó este derrumbe”. Nicolás de Pedro. La fuerza de acontecimientos inesperados 25 años después.