Portugal: nuevo líder, viejos problemas

Las elecciones parlamentarias portuguesas del 5 de junio auparon a la victoria al Partido Socialdemócrata (PSD) liderado por Pedro Passos Coelho. El PSD ha obtenido 108 escaños de los 230 con los que cuenta el Parlamento portugués. Tras alcanzar un acuerdo con el conservador Centro Democrático Social (CDS), con 24 diputados, Coelho contará con una cómoda mayoría absoluta de 132 diputados. El resto de su tarea estará lejos de ser confortable.

El 17 de mayo, el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros de la Unión Europea (Ecofin) decidió conceder a Portugal 52.000 millones de euros entre 2011 y 2014. El 1 de junio, El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobaba una contribución adicional de 26.000 millones. En total, un paquete de rescate de 78.000 millones que exige un ambicioso programa de reformas.

“A Coelho no se le puede acusar de falta de ambición”, afirma The Economist. Durante la campaña, Coelho ha detallado un programa de reformas estructurales de largo alcance que van más allá de lo exigido por la UE y el FMI. La prioridad es recuperar la confianza de los mercados y “sorprender” a los inversores. Para ello, ha adelantado una reforma del mercado laboral, con una reducción de las indemnizaciones por despido, de los subsidios de desempleo y su duración. Además, apuesta por la disminución del peso del Estado, el recorte de las pensiones superiores a 1.500 euros mensuales y el aumento del IVA. En total, unas 100 medidas para septiembre y 200 para finales de año.

Las promesas, sin embargo, no son baratas. Los analistas temen que las medidas de austeridad vayan a provocar una contracción de la economía del 2%, tanto en 2011 como en 2012. El déficit público alcanzó el 9,1% del PIB en 2010 y se espera que se reduzca al 5,9% en 2011, al 4,5% en 2012 y al 3% en 2013. La deuda pública alcanzó el 92,4% del PIB en 2010 y se calcula que en 2011 suba hasta el 97,3%.

Coelho se encontrará con una feroz oposición dentro de su país, donde ha existido cierto consenso en torno a la necesidad de un Estado del bienestar fuerte y amplio. Durante la campaña el líder el Partido Socialista, José Sócrates, acusó a Coelho de utilizar el rescate de la UE y el FMI como excusa para lanzar “el programa más radical de derechas jamás presentado en Portugal”. Los socialistas han conseguido 74 escaños. La coalición comunistas-verdes CDU, 16 escaños. Y el extremista Bloque de Izquierda, 8 escaños.

La abstención llegó a una cifra récord: el 41,9% de los electores no acudieron a las urnas.

Para más información:

José Enrique de Ayala, «Carta de Europa: La recurrente crisis del euro y las reticencias de Alemania». Política Exterior núm. 139, enero-febrero 2011.

Antonio R. Rubio Plo, «Elecciones presidenciales en Portugal: sin sorpresas y en medio de la incertidumbre». Real Instituto Elcano, junio 2011.