¿Informar sobre Europa y la Unión Europea? ¿Le interesa a alguien? Ya sea por la compleja institucionalidad de la UE, por la multitud de países y gobiernos o por la heterogeneidad de puntos de vista sobre lo que Europa es o debería ser, la información sobre la política europea se consigue de manera fragmentada. Es preciso consultar diversos medios nacionales y es imprescindible acudir a contactos personales con funcionarios, políticos o periodistas bien conectados para saber lo que realmente está pasando. Los asuntos de la UE no están bien cubiertos, pese a iniciativas paneuropeas como Euronews, Euroactiv, EUObserver o European Voice. Tampoco medios globales como Financial Times o The Economist, referencias de la información internacional, han logrado cubrir la enorme cantidad de información política generada en Europa. El país de origen de estos dos últimos, con su oscilante sentimiento europeo, hace siempre necesario cuestionarse el porqué y el cómo informan sobre Europa, específicamente sobre la UE.
En los últimos años, particularmente desde el estallido de la crisis del euro en 2010, la información sobre lo que sucede en Europa ha atraído un interés inusitado sobre la política y los problemas del “viejo continente”. Es probable que a la hora de informar sobre Europa y la UE durante estos años, los estadounidenses se hayan asombrado de lo complejo, caótico y aburrido que es el panorama periodístico europeo. Este ha sido quizá el detonante que ha llevado a un medio de Estados Unidos como Politico a pensar que había un hueco que cubrir al otro lado del Atlántico: un hueco informativo, un hueco de audiencia y un hueco publicitario-financiero.
Para llenar ese hueco, el grupo de comunicación alemán Axel Springer y el estadounidense Politico han adquirido el portal digital European Voice, con sede en Bruselas. El objetivo es relanzarlo en la primavera de 2015 bajo la marca Politico.eu. Su objetivo declarado es convertirse en líderes de información en profundidad sobre política en Europa y sobre los políticos. La idea es implantar en Europa el mismo modelo de negocio que tan bien ha funcionado en EE UU: el relanzamiento de una nueva web, una publicación semanal en papel con análisis más largos y profundos, la organización de eventos y conferencias y la edición europea de Politico.pro, el área de contenidos de pago.
Politico contará con 30 periodistas en una redacción en Bruselas y corresponsales en las principales capitales (Madrid no está, de momento, incluida). Al frente, como director ejecutivo, estará Matthew Kaminski. Actualmente miembro del consejo editorial del Wall Street Journal, Kaminski acumuló una experiencia considerable sobre Europa durante sus 11 años (1997-2008) al frente de la edición europea del periódico, editada en París. Previamente cubrió la Unión Soviética (posteriormente Rusia y Ucrania) desde Kiev para Financial Times y The Economist.
La parte editorial del proyecto estará al cargo del director de Politico, John F. Harris. Harris comenzó su carrera en el Washington Post, donde trabajó como periodista de temas nacionales –cubrió la Casa Blanca de Bill Clinton– y después como editor. Ahí conoció a Jim VandeHei, que se incorporaba al Washington Post tras pasar por el Wall Street Journal. Los dos decidieron abandonar el periódico y fundar Politico en enero de 2007.
La subdirectora de Politico.eu será Sherezade Semsar-de Boisséson, fundadora de European Voice, el medio creado en 1995 por The Economist y posteriormente vendido a Selectcom Finance. VandeHei, hoy CEO de Politico, ha sido claro a la hora de exponer las razones de la operación: “La compra de European Voice proporciona a Politico talento instantáneo y presencia en Bruselas, además de una base atractiva de suscriptores en el Parlamenteo Europeo”. El mercado, pues, parece que existe. ¿Han tenido que venir de Washington para demostrar que informar más y mejor de Europa puede ser un negocio?
Quizá los medios creados a iniciativa europea para informar sobre la UE han sufrido la falta de tirón del propio proyecto europeo, incapaz de encontrar una verdadera idea-fuerza que atraiga a los ciudadanos y comprometa a los líderes. Ahora llega Politico con los mismos principios que aplica para informar de las instituciones, las políticas y los políticos de EE UU: “Prometemos ser opinadores pero no partidistas. Prometemos ofrecer perspectiva, no solo opinión experta. Aspiramos a provocar e inspirar y no aburrir o aleccionar”. ¿Conseguirán agitar un poco a Europa, a sus políticos, periodistas y ciudadanos?
Politico se ha convertido en una referencia en Washington. VandeHei y Harris han logrado hacerse con el mercado y con los lectores de un sector con enorme influencia política y económica. Están convencidos de que hay un futuro rentable para el pensamiento y la cobertura informativa transparente y amena, pero no por ello superficial, de las cuestiones política y del gobierno. Han conseguido satisfacer la demanda de consumo moderno de información y análisis en un formato multiplataforma. ¿La clave del éxito? En Politico aseguran que está en haber sido capaces de crear una conversación que genere interés sobre estos asuntos. Y se han sabido dirigir a su público: tomadores de decisiones en el gobierno y la política, alcanzando influencia, consecuentemente, en los máximos responsables de las empresas, en la sociedad y, sobre todo, entre los medios periodísticos tradicionales. Su naturaleza primigenia digital les ha llevado a hacerse con una posición de liderazgo en el mercado de contenidos de pago solo para suscriptores (a través de Politico.pro). Su seguimiento de la agenda legislativa y los asuntos regulatorios les ha llevado a ejercer, de alguna manera, como lobby informativo. Todo esto lleva a preguntarse por la agenda informativa que traen a Bruselas y que promoverán en los asuntos europeos.