Uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (OMD), el número cinco, se plantea el reto de mejorar la salud materna. Esto pasa en primer lugar por reducir la tasa de mortalidad materna y aumentar el porcentaje de partos asistidos por personal sanitario especializado. En concreto, el quinto objetivo de los ocho que componen los OMD busca reducir en un 75% dicha tasa de mortalidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la mortalidad materna como “la muerte de una mujer durante el embarazo, parto o dentro de los 42 días después de la terminación del embarazo, por cualquier causa relacionada o agravada por el embarazo o su manejo, pero no por causas accidentales o fortuitas”. La tasa de mortalidad materna equivale al número de muertes maternas por cada 100.000 nacimientos.
Según datos manejados por la ONU, alrededor de medio millón de mujeres mueren durante el embarazo, el parto o la cuarentena cada año. En 2005, la tasa de mortalidad materna a nivel mundial era de 400 muertes por cada 100.000 nacimientos, en comparación con las 430 de 1990. La disminución media anual no supera el 1% y para alcanzar el objetivo de reducir en tres cuartas partes la tasa de mortalidad materna, sería necesaria una reducción del 5,5% anual.
Estas cifras, no obstante, hay que acogerlas con precaución. Según el investigador Jan Vandermoortele, muchos analistas se lamentan de que los datos sobre los OMD son poco fiables, a pesar de los avances en su recopilación de los últimos años. “Todos los indicadores sufren limitaciones inherentes”, explica Vandermoortele, “y entre los más problemáticos se encuentra la tasa de mortalidad materna”. La propia OMS advierte sobre “el gran margen de incertidumbre” de esta tasa.
Un estudio de la revista médica The Lancet rebaja las cifras ofrecidas por la ONU. El estudio estima que en 2008 hubo 342.000 muertes maternas en el mundo, mientras que en 1980 estas ascendían a 526.000. La tasa global habría descendido de 422 muertes por cada 100.000 nacimientos en 1980 hasta las 320 en 1990, y hasta las 251 en 2008. La disminución media anual desde 1990 hasta 2008 fue del 1,3%. En ese último año, más de la mitad de las muertes maternas se dieron en seis países: India, Nigeria, Pakistán, Afganistán, Etiopía y la República Democrática del Congo. España, según un estudio de Save the Children, la tasa de mortalidad maternal se sitúa en una muerte materna por cada 16.400 nacimientos. España se encontraría entre los 11 mejores países para ser madre, de acuerdo con el estudio.
La ONU ha anunciado un plan para mejorar la sanidad de las mujeres y los niños, para el que ya ha comprometido 40.000 millones de dólares. El objetivo: salvar la vida de 16 millones de mujeres y niños en los próximos cinco años. Esta cifra requeriría, según la ONU, gastar 169.000 millones de dólares, lo que supone que aún quedan 129 millones por recaudar. Con lo recaudado hasta el momento, las vidas salvadas no llegarían a los cuatro millones.
Para más información:
Jan Vandermoortele, «Cambiar el curso cambiando el discurso sobre los OMD». Real Instituto Elcano, ARI 132/2010, septiembre de 2010.
Mary Robinson, «Time to step up efforts to improve maternal health». This is Africa, article, septiembre de 2010.
VVAA, «La mujer en el mundo global». Política Exterior núm. 115, enero-febrero de 2007.