Nuevo número de Afkar/Ideas: jóvenes democracias árabes

 |  29 de octubre de 2012

 

En la actualidad, el papel desempeñado por las redes sociales conduce a todas las organizaciones y partidos políticos a prestar cada vez más atención al mundo de la web 2.0. El mundo árabe no es en absoluto ajeno al fenómeno. Túnez y Egipto son los dos países más avanzados en el uso de las tecnologías con fines políticos. En ambos, los medios sociales se utilizan para mantener viva la revolución, promover la transparencia, superar las barreras del periodismo clásico y reforzar el papel de la sociedad civil. Mientras, los partidos islamistas, como Ennahda y los Hermanos Musulmanes, han multiplicado sus esfuerzos para estar presentes en las redes sociales. El riesgo es que decidan usarlas más como medio de propaganda que de diálogo. Afkar/Ideas 35 (otoño de 2012) analiza el estado de las “transiciones online”.

El último número de Afkar/Ideas también se detiene en Líbano y su vecino Siria, un elemento clave en la política libanesa. Aunque en 2011 Beirut pudo contener las posibles derivas del conflicto sirio con relativo éxito, en 2012 este se ha hecho sentir en muchos frentes; desde el económico al político, pasando, por supuesto, por el de seguridad. Al mismo tiempo, la guerra siria ofrece a los líderes suníes más radicales una plataforma para aumentar su visibilidad. Y ello con el apoyo del partido Futuro que pretende así desestabilizar al gobierno.

En el ámbito económico, Afkar/Ideas analiza la etapa de recesión económica que vive el norte de África, provocada por un freno de la actividad productiva, de las exportaciones y de las inversiones extranjeras, y un descenso del turismo y de las reservas de divisas. Los partidos islamistas son conscientes de que es en el terreno económico donde tendrán que buscar su legitimación. Los expertos que escriben en Afkar/Ideas se preguntan si están preparados para llevar a cabo estas reformas y si conseguirán cumplir sus promesas en un plazo aceptable que evite frustraciones a la población.

En cuanto a las finanzas islámicas, los vencedores de las elecciones en Egipto y Túnez argumentan que están basadas en inversiones socialmente responsables que propician y fomentan la economía real, y limitan la economía especulativa vinculada a la crisis financiera global. Sin embargo, este sector emergente –entre 2006 y 2011 los activos de las entidades financieras islámicas aumentaron un 64,46%– presenta todavía numerosos problemas. Afrontan dificultades derivadas del marco institucional, de las normas de supervisión y contabilidad y del mercado de capitales.

Afkar/Ideas analiza estos y otros retos en un último número dedicado a las democracias incipientes del norte de África.

 

Para acceder al índice de Afkar/Ideas 35 (otoño de 2012) haga clic aquí.

 

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