Muy pronto podrá aplicarse esta variante del in vino veritas de Plinio “el Viejo” al papel, determinante, de China en el mercado del vino.
El escepticismo persistente entre muchos especialistas es, todavía, grande. Tiene que ver con las barreras culturales y el hecho de que su consumo continúa siendo restringido a las élites y los ricos. Un estudio británico calcula que poco más de 30 millones de chinos, de una población de 1.380, consume vino de forma “habitual”. Pero son estos mismos datos los que plasman una realidad: China es el mercado con mayor potencial de crecimiento.
El pasado año el Concours Mondial de Bruxelles celebró su 25ª edición en Pekín, lo que permitió a los participantes acceder a este mercado a punto de convertirse en el principal importador de vino, con unas ventas que superan los 2.000 millones de dólares gracias a su espectacular dinamismo.
El gigante asiático es uno de los mayores consumidores de alcohol del mundo: cerveza y la bebida nacional, baijiu (licores destilados y aguardientes). Este año y pese a la desaceleración económica, se estima que China podría aumentar sus importaciones de vino en un 8%, según el International Wine and Spirits Record. Se mantiene como principal comprador asiático con unos 690 millones de litros, lejos de los 262 de Japón, segundo mercado. El incremento se debe a varias razones: los jóvenes prefieren el vino a los tradicionales baijiu y los mayores también comienzan a recurrir al vino por sus beneficios para la salud.
Empiezan a preferirse vinos de alta calidad en China, que ha comprado vino a precios más altos que nunca. Un ejemplo es el de las bodegas de los Consejos Reguladores de los vinos de las Denominaciones de Origen Ribera del Duero y Rueda, dos regiones icónicas. El 75% del vino consumido en China es tinto y el interés por el blanco es creciente por lo que el año pasado se lanzó la campaña conjunta Ribera Rueda “Just Be”, con gran aceptación por los medios especializados chinos. Las acciones de promoción para aumentar las ventas continúan este año.
Con todo, sigue siendo básico el peso de China como importador de vino a granel. A finales de mayo se celebra la primera feria de vino a granel de Asia en Yantái. A través de este puerto llega más del 80% del vino a granel que entra en China cada año.
Precisamente la fuerte caída registrada por el vino español en China se debió al desplome del granel tras el excelente desarrollo de Australia y Chile en esta categoría, con la firma de Tratados de Libre Comercio de ambos países con Pekín.
Las principales bodegas de 15 países, entre ellos España, ya han confirmado su asistencia a la World Bulk Wine Exhibition Asia, donde se reunirán con los grandes importadores asiáticos.
Empresas internacionales del sector se están estableciendo en China. Proliferan las joint-venture. Las universidades nacionales ofrecen una cada vez mejor formación a los profesionales. No obstante, el mayor reto viene dado por el fenómeno de la transformación de algunas grandes empresas vinícolas chinas de productores de vino en comerciantes. Esto es así porque los vinos embotellados importados y, sobre todo, los vinos a granel se están comercializando como vinos chinos.
España es el mayor exportador de vino del mundo con 22 millones de hectolitros. Supera a Italia (21) y Francia (14). Sin embargo, Francia factura más de 9.000 millones al año en exportación e Italia casi 6.000. El pasado año las ventas españolas consiguieron superar por primera vez los 3.000 millones.
Para crecer, nuestros vinos siguen la estrategia conocida como la doble D: digitalización y diversificación. La primera es fundamental al ser la forma de llegar a los nuevos consumidores. En el mercado chino las colaboraciones con plataformas como Amazon o Alibaba constituyen una excelente puerta de entrada.
China está entre los mercados más importantes para el vino español junto con Estados Unidos, Canadá, México, Alemania… y Reino Unido, destino sobre el que en la actualidad el Brexit abre grandes interrogantes.
Caída en la producción mundial de vino. Fuente: AFP
Producción en China
La viticultura china avanza imparable. Aunque la producción propia es todavía testimonial se están acometiendo avances extraordinarios. Ha pasado a ocupar la primera posición con superficie cultivada de viñedos desplazando a España, si bien se estima que de momento solo alrededor del 10% son uvas para vino y el resto son uvas de mesa.
En la mencionada ciudad china de Yantái, la empresa vinícola Changyu, es más una pequeña ciudad que una bodega convencional. Solo de la marca Noble Dragón vende unos 450 millones de botellas cada año, lo que sitúa a esta marca como líder mundial en volumen de unidades vendidas.
El gobierno chino ha convertido al sector del vino en uno de los ejes del desarrollo de su economía. Una impresionante apuesta que se traduce en el interés de sus empresarios. No solo en Burdeos hay más de un château de propiedad china. Es el caso asimismo de otras bodegas europeas, como la española Marqués del Atrio de Rioja.
En septiembre la presidenta de la Organización Internacional de la Viña y el Vino, Regina Vanderlinde, hizo su primer viaje oficial a China. La visita se realizó a la región de Ningxia, una de las zonas vinícolas más importantes, con motivo de la VII Exposición Internacional Vitivinícola de las Laderas Orientales de las Montañas Helan. Asistió además a una exposición de vinos de diferentes regiones de China: el Belt & Road Wine and Spirit Competition en Yinchuan, capital de esta zona emergente. Las autoridades presentan la viticultura en la región de Ningxia como un ejemplo de crecimiento sostenido de más de 180 bodegas. Otras zonas importantes de producción de uva se concentran en las regiones de Xingjiang, Hebei, Shandong, Liaoning y Henan, todas en el Norte.
La producción china se orienta a la diversidad y la calidad. En relación a la primera, se investigan nuevas variedades de uva para elaboración. Hasta ahora la más utilizada es Cabernet Sauvignon seguida de Merlot y Cabernet Gernischet. Para las variedades en vinos blancos, Chardonnay y Riesling. Con respecto a la segunda y al tiempo que se trata de reducir costes se intenta superar con tecnología las adversidades climáticas para la vid: bajas temperaturas, fuertes vientos y suelos poco propicios. La cultura del vino se complementa con el desarrollo del subsector del enoturismo.
Consideraciones demográficas
La creciente importancia del mercado chino también tiene mucho que ver con tres grandes tendencias demográficas que afectarán al vino identificadas por la consultora Wine Intelligence.
Está en primer lugar el envejecimiento de la población. Si bien Naciones Unidas pronostica que la población mundial crecerá un 12% hasta alcanzar los 8.500 millones de personas en 2030, la gran mayoría de este crecimiento se producirá en mercados que actualmente no son grandes consumidores de vino (India, Pakistán, Nigeria, Congo).
Con la desaceleración en las tasas de fertilidad a nivel mundial y el aumento de la esperanza de vida, la proporción de personas mayores crece de forma constante. Los datos de Wine Intelligence indican que la proporción de bebedores de vino regulares de 65 años o más han aumentado significativamente en los últimos años en países como China.
Otro factor es la igualdad de género. La reducción de las tasas de fertilidad, la urbanización y la globalización han llevado a que las mujeres trabajen más, se casen a edades mayores y tengan menos hijos. Con este cambio de modelo la influencia en las decisiones de compra de las mujeres pasa a ser considerada fundamental. Muchas empresas del sector de bebidas alcohólicas reconocen esta nueva tendencia y nicho de mercado. Según datos de Wine Intelligence, los intentos por atraer a mujeres y jóvenes han llevado a ofrecer productos que se fijen más en la salud y bienestar (vinos más saludables, bajos en alcohol, sin ingredientes artificiales y contenido reducido de carbohidratos). La investigación muestra que a nivel mundial las mujeres igualan en conocimientos de vinos a los hombres. En China incluso los superan y se sienten más competentes.
La tercera tendencia que influye en los patrones de consumo es el aumento de los hogares más reducidos o unipersonales ya que un tanto por ciento considerable de los bebedores de vino vive solo.
A modo de conclusión
Se concede importancia a la presentación (etiqueta) y envoltorio de las botellas ya que el vino, es cierto, aún es considerado por muchos un objeto de lujo siendo común regalarlo como muestra de respeto.
Tradicionalmente el sector bodeguero chino se ha caracterizado por un alto grado de concentración. Tras un proceso de transformación las empresas líderes se ven obligadas a mejorar sus estrategias de comercialización para mantener su posición en el mercado.
En lo que se refiere a comercialización y distribución aunque se han ido incrementando la venta en las cadenas de tiendas y supermercados, los hoteles, restaurantes y servicios de catering siguen constituyendo un canal principal.
Varios factores afectan de forma positiva a la demanda de vino: la actitud favorable del gobierno al aumento del consumo de vino en detrimento de bebidas de mayor grado alcohólico es uno de ellos. Además, su consumo ofrece una imagen asociada a un estilo de vida social y cultural sofisticado entre los miembros de las nuevas clases media y alta y entre la juventud. También influyen los supuestos beneficios para la salud del vino tinto; algo muy tenido en cuenta por el consumidor local.
El consumo tiene un carácter esencialmente urbano, en particular las grandes ciudades: Pekín, Shanghai, Guangzhou, Tianjin, Shenzhen… Son centros urbanos con elevados niveles de ingreso per capita, focos de desarrollo regional y de nuevas tendencias y hábitos. Lo mismo sucede en otras ciudades menos conocidas a medida que mejora el nivel de vida.
En resumen cabe decir que el consumo de vino ha comenzado a generalizarse en la cultura moderna china.