Túnez, la Revolución, de José Daniel Fierro y Alma Allende (Santiago Alba Rico). Sediciones 28, Editorial Hiru. Hondarribia, 2011. 230 pág. 15 euros.
Si todo marcha como está previsto, el 23 de octubre Túnez celebrará elecciones generales. Serán las primeras de la primavera árabe, como corresponde a esta golondrina política que dio el pistoletazo de salida a esta era de cambios históricos, revolucionarios. Para el 25 de noviembre están previstos los comicios marroquíes. Los egipcios aún no tienen fecha, aunque se habla de los meses de octubre y noviembre. Mientras llegan esas fechas, egipcios y tunecinos siguen echándose a la calle para enderezar el rumbo de unas revoluciones cuyo futuro está en aire. La sociedad civil no ha perdido, todavía, un ápice de protagonismo.
“El 14 de enero es nuestro 14 de julio”, repiten los tunecinos. Aquel día la Revolución del Jazmín conseguía derrocar al dictador Zine El Abidine
Ben Alí, en el poder desde 1987, ahora exiliado en Arabia Saudí. Antes había sido el turno de Habib Bourguiba, que presidió el país durante tres décadas, antes de ser depuesto por Ben Alí en un “suave golpe de palacio”. Desde entonces, el “tecnócrata” Ben Alí convirtió el país en un Estado “orwelliano” donde los derechos y libertades del pueblo tunecico eran nulos. La represión y la censura eran feroces, escondidas tras una aparente fachada de prosperidad.
En esa realidad se adentraron José Daniel Fierro y Santiago Alba Rico (éste bajo el seudónimo de Alma Allende) para destapar las miserias de un régimen bien considerado por la mayoría de los Estados de la Unión Europea. Las crónicas que componen este libro, las diez primeras de Fierro y las 24 restantes Alba Rico, narran día a día la acción del pueblo tunecino desde la víspera de la fuga de Ben Alí, el 13 de enero, hasta el 2 de febrero. Desde entonces, ya nada ha vuelto a ser lo mismo al sur del Mediterráneo.
Como explica Bernabé López García, director del Taller de Estudios Internacionales Mediterráneos (TEIM), Santiago Alba es un viejo conocedor del mundo árabe por haber vivido largos años en Egipto y Túnez. “Alba no es un observador exterior –cuenta López García– de lo que le tocó vivir en aquellos días de enero-febrero de 2011 cuando un pueblo, el tunecino, rompiendo el maleficio de la supuesta incapacidad para la democracia de los árabes, logró expulsar al tirano y poner en marcha un proceso revolucionario para instaurar una auténtica democracia en el país: es un testigo comprometido”.
Para más información:
Yadh Ben Achour, “La voz del derecho en la transición democrática”. Afkar/Ideas núm. 30, verano 2011.
Salam Kawakibi, “Transiciones convulsas en Túnez y Egipto”. Afkar/Ideas núm. 30, verano 2011.
Ridha Kéfi, “Túnez entre dos épocas”. Afkar/Ideas núm. 29, primavera 2011.
Salota Charfi, “Turquía y Túnez: feminismo en tierra del islam”. Afkar/Ideas núm. 29, primavera 2011.