La Tercera Revolución Industrial. Cómo el poder lateral está transformando la energía, la economía y el mundo, de Jeremy Rifkin. Editorial Paidós. Barcelona, 2011. 400 págs. 22,90 euros.
Jeremy Rifkin es uno de los pensadores sociales más celebres de nuestra época. Como tal, su trabajo se sigue con enorme interés, siendo objeto de furibundas alabanzas y críticas desmayadas. El contexto de crisis actual, acompañado por una búsqueda del cambio a gran escala, augura más alabanzas que críticas para su obra más reciente. Este último libro conecta dos de los grandes avances de los últimos años, las energías renovables y las tecnologías de la información y comunicación, que abren la puerta a lo que Rifkin denomina la tercera revolución industrial. La salida de la crisis se encuentra ahí, nos dice Rifkin.
Este libro viene a ser un relato desde dentro del despliegue del concepto de tercera revolución industrial y del modelo de desarrollo de la misma, que incluye una mirada a las personalidades y los actores (jefes de Estado, directores gerentes de grandes empresas globales, emprendedores sociales y ONG) que están siendo pioneros en su implementación.
¿Qué supone esta revolución? La revolución que pregona Rifkin tiene cinco bases. La primera, efectuar el cambio de un régimen energético de combustibles fósiles basados en el carbono por un régimen de energías renovables. La segunda, reconfigurar el parque mundial de edificios para transformar cada inmueble en una minicentral eléctrica capaz de captar in situ energías renovables. Tercera, instalar tecnología de almacenaje de energía renovable en todos los edificios. Cuarta, utilizar la tecnología de la comunicación de Internet para poner en contacto las minicentrales eléctricas con los consumidores. Y quinta, implantar un parque de vehículos de motor eléctrico con alimentación de red o pilas de combustible, impulsados por energías renovables.
Según Arianna Huffington, de The Huffinton Post, este libro “es uno de esos que cambian las reglas del juego, relacionando las dos tecnologías clave del siglo XXI y aportándonos una nueva y poderosa visión económica para el futuro. Cuando vemos en su proyecto que la economía puede volver a crecer, La Tercera Revolución Industrial se nos presenta como una hoja de ruta ineludible”.
“El problema de este ensayo no radica en que su autor demande una economía fundamentada en unas fuentes de energía sostenibles, ¡que bienvenidas sean!, sino en que rezuma por todas las esquinas un tufillo a proyecto de visionario”, discrepa Luis Perdices de Blas, de la Universidad Complutense, en este artículo para El País. Según el catedrático de Economía, no queda clara la viabilidad financiera de la propuesta de Rifkin.
En cualquier caso, se trata de un relato bienvenido en los tiempos convulsos que nos ha tocado vivir, donde los discursos de un mejor porvenir nunca están de más. Sigamos atentos a Rifkin.
Para más información:
Publicaciones: «Cambio Climático, Comercio de Emisiones y otros desafíos del siglo XXI». Estudios de Política Exterior SA, enero 2011.
Sree Sreenivasan y Eliza Cooper, «De #Egipto a #Fukushima: revolución en los medios». Política Exterior núm. 141, mayo-junio 2011.
Lara Lázaro, «Después del mal arranque de Copenhague». Política Exterior núm. 138, noviembre-diciembre 2011.
Entrevista a Jeremy Rifkin en You Tube. Fundación Ideas para el Progreso, abril 2010.