De Mayrit a Madrid. Madrid y los árabes, del siglo IX al siglo XXI, de Daniel Gil Flores (editor). Casa Árabe y Lunwerg Editores. Madrid, 2011.
“Madrid es la única capital europea cuyos orígenes y denominación están vinculados a lo árabe –afirma Gema Martín Muñoz, directora general de Casa Árabe–. Son muy pocos lo que lo saben”. La falta de visibilidad de una ciudad con un origen defensivo y fronterizo ha facilitado la ignorancia sobre sus siete siglos de pasado árabe, una ignorancia que, según Martín Muñoz, ha satisfecho la mentalidad oficial de una España que, regida por el paradigma ideológico de los Reyes Católicos, hacía tabla rasa con su pasado musulmán.
Esta cuidada edición viene a subsanar en parte esa ausencia. Y para ello rastrea por los vestigios del pasado musulmán que pueblan la capital de España. Castillos, atalayas, la vieja estructura de los barrios… Pero la obra no se queda ahí, en el período andalusí y sus derivas mudéjares y moriscas. Viaja hasta el siglo XXI, nuestro siglo, para analizar la reconversión cosmopolita e intercultural de la ciudad a través de la inmigración árabe y musulmana que vuelve a dar visibilidad a esa relación estrecha de Madrid con lo árabe.
En la actualidad, la gran mayoría de los árabes de la Comunidad de Madrid son marroquíes, que representan un 8% del total de los extranjeros empadronados en la Comunidad y un 5% de los empadronados en la capital. En 2002 aún eran la tercera nacionalidad extranjera residente en Madrid. A principios de 2010 son la séptima en importancia.
Esta obra reúne el trabajo de 23 especialistas en distintas áreas. Unos exponen el conocimiento más actual sobre el Madrid andalusí. Otros, la historia de personajes e instituciones que ilustran las relaciones puntuales pero ininterrumpidas de Madrid con lo árabe a lo largo de los siglos, mucho antes de que empezara a bosquejarse el carácter cosmopolita de la capital. Por ejemplo, la historia de Abd al-Aziz al-Ahwani, el primer estudiante egipcio enviado a la universidad madrileña en 1947 para estudiar los manuscritos árabes de El Escorial y aprender español. Fue él quien tradujo por primera vez parte del Quijote al árabe.