Por Pablo Colomer.
La revolución en Egipto continúa su camino imparable, según nos cuenta @RashidAlghatam. “De repente me he dado cuenta de que la mayoría de los egipcios que conozco se han convertido en unos ‘modernos’ de la revolución”, confiesa Alghatam. “Yo ya era un revolucionario antes de que serlo fuese guay”, es una frase que podríamos escuchar en las calles de El Cairo si paseásemos con los oídos bien abiertos. Alghatam felicita a los medios de masas por ello. Las revueltas árabes están de moda.
Que las revueltas estén de moda tiene sus ventajas. Dicho estatus sirve para mantener el ímpetu fiscalizador por parte del pueblo del proceso de transición. Y no sólo vía Twitter. En las últimas semanas, por ejemplo, la plaza Tahrir de El Cairo ha vuelto a ser el escenario de protestas masivas contra el gobierno interino del país, controlado por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, una junta militar. Los manifestantes piden, entre otras cosas, la salida de las figuras del anterior régimen que aún ostentan cargos en el gobierno. Ante la presión creciente, el primer ministro, Essam Sharaf, ha procedido a una remodelación ministerial.
Entre los nuevos nombramientos destaca el de Al Hazem Beblawi, que reemplazará al ya exministro de Economía Samir Radwan. Radwan fue nombrado por Hosni Mubarak al inicio de las revueltas, cuando intentaba aplacar los ánimos de los egipcios con la estrategia del palo y la zanahoria. Sharaf ha asegurado, a su vez, que se juzgará públicamente a los miembros del antiguo gobierno acusados de corrupción, así como a los oficiales de la policía responsables de la represión.
Alrededor de 700 altos cargos de la policía dejarán el 1 de agosto sus puestos, entre generales y oficiales. La justicia deberá ahora esclarecer la responsabilidad de estos y aquellos en la represión de los últimos días del régimen de Mubarak, que costó la vida a unas 800 personas. Según datos del ministro de Interior, Mansour Essawy, se trata de 505 generales y 164 oficiales.
Hasta aquí, las buenas noticias. Entre las malas, que las elecciones generales previstas para septiembre se retrasan. Hasta octubre o noviembre, según fuentes del ministerio del Interior citadas por la agencia de noticias estatal Mena. Mientras, la economía no despega. La tasa de crecimiento no superará el 2% en 2011. La deuda exterior ya representa el 90% del PIB. Y el índice de pobreza afecta casi al 70% de los 80 millones de habitantes, cuyos salarios base permanecen estancados en menos de 40 euros al mes.
Movimiento en la UE
Los europeos acaban de dar un paso político importante en respuesta a la primavera árabe, al crear el puesto de enviado especial a la región del sur del Mediterráneo. El Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores de la UE ha nombrado para el puesto al diplomático español Bernardino León, de 46 años. León, que fue secretario de Estado de Exteriores entre 2004 y 2008, ocupaba desde 2008 el puesto de secretario general de la presidencia del gobierno español. Previamente, había sido asesor personal de Miguel Ángel Moratinos, cuando éste era enviado especial de la UE para el proceso de paz en Oriente Próximo.
La mayor parte de la carrera de León ha estado relacionada con el mundo árabe. Se espera que sus primeros viajes sean a Túnez y Egipto. Tras el receso de verano, el nuevo enviado especial comparecerá ante el Parlamento Europeo. Para entonces, la revolución en Egipto probablemente mantenga el ímpetu, seguros como hay que estar de que no asistimos a una moda pasajera.
Para más información:
Salam Kawakibi, “Transiciones convulsas en Túnez y Egipto”. Afkar/Ideas núm. 30, verano 2011.
Ismail Alexandrani, “Una generación mercurial en Twitter”. Afkar/Ideas núm. 30, verano 2011.
Yves Gonzalez-Quijano, “De la subcultura globalizada a la contracultura revolucionaria”. Afkar/Ideas núm. 30, verano 2011.
Ahmed Driss, “La UE, el Mediterráneo y la democracia”. Afkar/Ideas núm. 30, verano 2011.