La proyección internacional del conflicto venezolano

Asbel Bohigues y Fran Olucha-Sánchez
 |  4 de marzo de 2019

Venezuela ha sido siempre un país importante en la esfera internacional. Principalmente, en el aspecto económico por las grandes reservas de petróleo que subyacen en su territorio. Sin embargo, junto a la polarización que ha experimentado Venezuela más allá de la ideología, sólo en los últimos años se ha tratado su situación social y política teniendo una transcendencia internacional e inmiscuyéndose en la agenda política nacional de muchos países. Por tanto, la internacionalización del conflicto venezolano es obvia cuando vemos que traspasa las barreras del propio país. Esto se ha acentuado desde el fallecimiento de Hugo Chávez en 2013 y su sucesión por Nicolás Maduro, que ha venido acompañado de un abrupto descenso de la hegemonía del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y cambios en la correlación de las fuerzas políticas del país.

Como en cualquier otro país de América Latina, el cambio de correlación de fuerzas implica un reposicionamiento en la esfera internacional. A pesar de que somos conocedores de la opinión que tienen una gran mayoría de gobiernos y partidos políticos sobre los diferentes actores políticos venezolanos, no sabemos cuáles son las opiniones de la élite política venezolana sobre la esfera internacional, en especial en lo concerniente a alianzas y tratados comerciales. El análisis de las posiciones de la élite legislativa sobre las relaciones internacionales se hace a través de la base de datos de Élites Latinoamericanas de la Universidad de Salamanca (PELA-USAL), que incluye entrevistas a los diputados venezolanos en 2016.

En primer lugar, el gráfico 1 recoge las posturas de las fuerzas parlamentarias, por un lado, respecto a los tratados de libre comercio con Estados Unidos y la Unión Europea; y, por otro lado, la postura que se tiene en referencia a las organizaciones supranacionales de América Latina que son la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y la Alianza del Pacífico. Mientras el PSUV valora muy negativamente los tratados de libre comercio tanto con EEUU como con la UE, la oposición los valora positivamente entre el 6 y el 7. Destaca que todos los grupos parlamentarios ven mejor el tratado libre comercio con la UE que con EEUU. Respecto a las organizaciones supranacionales latinoamericanas, cabe destacar el apoyo absoluto al ALBA por parte del PSUV, ya que fue una iniciativa de hermandad alternativa latinoamericana promovida por Chávez. En cambio, la oposición venezolana se decanta más por la Alianza del Pacífico, aunque no tiene valoraciones muy altas en gran parte por la poca actividad y su baja repercusión internacional. Además, Venezuela no forma parte de esta iniciativa de integración regional.

 

Grafico 1_Venezuela

 

En el gráfico 2 se muestra el grado de confianza que tienen los diferentes grupos parlamentarios en gobiernos extranjeros. El PSUV tiene el máximo grado de confianza hacia Rusia y China, a diferencia de la oposición, que en algunos casos no muestra ningún tipo de confianza hacia el gobierno de Rusia, ni Primero Justicia (PJ), ni Voluntad Popular (VP), ni Un Nuevo Tiempo (UNT), y la confianza también es nula hacia el gobierno chino por parte de Acción Democrática (AD) y UNT. Sí están bien valorados el gobierno estadounidense (Barack Obama era el presidente entonces) y la UE por parte de la oposición. Cabe resaltar los niveles elevados de confianza en el gobierno de España (con Mariano Rajoy al frente del ejecutivo por entonces), que junto con los de la UE, supera a EEUU en todos los grupos, salvo en el caso de VP que confía plenamente en el gobierno estadounidense. El gobierno español no es el que goza de mayor confianza entre todos los diputados por la poca confianza que genera entre el PSUV (10%), no así la UE que alcanza el 40%. Por otro lado, resulta revelador comprobar que el PSUV confía más en los gobiernos de Rusia y China que la oposición en los gobiernos de EEUU, UE y España.

 

Grafico 2 _venezuela

 

Finalmente, en el gráfico 3 se refleja la influencia que tienen EEUU y China en Venezuela (esta vez sin referirse a los gobiernos). El PSUV sigue otorgando a China la máxima consideración con opiniones positivas o muy positivas hacia su influencia en Venezuela, mientras que no hay un solo diputado chavista que crea que la influencia de EEUU es, al menos, positiva. La oposición sigue el patrón inverso al PSUV, pero no acaba de valorar tan positivamente la influencia de EEUU en Venezuela como sí hace el PSUV con China. De hecho, tan sólo PJ supera el 50% de opiniones positivas hacia EEUU.

 

grafico3_venezuela

 

En los gráficos 4 y 5 se presenta la valoración media de líderes extranjeros por cada partido político. La mayoría de los líderes de izquierda latinoamericana son muy bien valorados por el PSUV. A pesar de que Michelle Bachelet tiene una nota positiva por parte del PSUV, es la líder política que obtiene una calificación más baja dentro del espacio de la izquierda, aunque genera consenso entre las diversas fuerzas parlamentarias venezolanas. Aun así, el líder que mayor valoración obtiene por parte de todos los grupos es el papa Francisco, siendo el líder mejor valorado por el total de los diputados entrevistados con casi un 8,77 de media. Se aprecia un claro contraste entre la opinión de los grupos de la oposición, que valoran positivamente a líderes como Angela Merkel, Mauricio Macri o Barack Obama y el PSUV, que le otorga puntuaciones muy altas a los líderes del giro a la izquierda: Rafael Correa, Evo Morales y Dilma Rousseff. Un caso paradigmático es el de Juan Manuel Santos que no es tan bien valorado por la oposición venezolana ni tan mal por el PSUV.

 

grafico4_venezuela

grafico5_venezuela

 

En resumen, se deduce a través de estos datos que el PSUV tiene una postura muy clara y definida a favor del ALBA como modelo de integración regional latinoamericana y apoya sin fisuras a los gobiernos ruso y chino, al tiempo que rechaza a EEUU: ni confía en su gobierno ni cree que su influencia sea positiva. En este punto es importante recordar que las entrevistas se realizan en abril-mayo de 2016, con Obama aún en la Casa Blanca. También se ha constatado su apoyo casi unánime a líderes claramente ubicados en la izquierda.

El resto de partidos, los de la oposición, tienen posiciones algo más variadas entre ellos y no tan categóricas, pero sí más proclives a los tratados de libre comercio tanto con EEUU como con la UE. Sin embargo, las fuerzas opositoras no tienen un apoyo o confianza absoluta y rotunda como la tiene el PSUV. En lo único que podrían coincidir todas la fuerzas políticas venezolanas es en la valoración tan positiva que tiene el papa Francisco: ¿podría ser un referente en una negociación para buscar una solución pacífica al conflicto venezolano?

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