El secretario general de la OTAN, Fogh Rasmussen, ha desglosado en una conferencia de prensa el 8 de octubre en Bruselas el nuevo concepto estratégico de la “alianza más exitosa de la historia”, según sus propias palabras. En busca de una analogía, Rasmussen se ha ayudado de la red de redes para explicar cómo el nuevo concepto estratégico propiciará la evolución de la OTAN.
«La primera fase fue una alianza de la guerra fría: puramente defensiva, con grandes ejércitos estáticos, etc., que podríamos llamar la OTAN 1.0. Con la caída del muro de Berlín y el final de la guerra fría surgió la OTAN 2.0, hasta hoy. Ambas funcionaron bien, pero ha llegado la hora de la OTAN 3.0, una alianza que pueda defender a 900 millones de ciudadanos de las amenazas de la próxima década. El nuevo concepto estratégico es el plan para esa nueva OTAN”.
Rasmussen ha presentado ya el borrador de concepto estratégico para que sea discutido entre los países que integran la alianza. El borrador final será adoptado y verá la luz en la cumbre de la OTAN en Lisboa los próximos 19 y 20 de noviembre.
El concepto estratégico supone un salto hacia delante, aunque sin olvidar los fundamentos que forman la espina dorsal de la alianza, entre los que destaca la defensa colectiva, “un elemento disuasivo claro para cualquier agresor potencial, porque enfrentarse a un país de la OTAN supone enfrentarse los 28 miembros”, ha explicado Rasmussen.
Entre los nuevos elementos que permitirán a la OTAN un mayor compromiso en la construcción de la seguridad colectiva, se encuentran la modernización de sus capacidades y la adopción de un enfoque integral, donde la coordinación de los elementos militares, políticos y civiles sea real y efectiva.
En el fondo se trata de “cambiar la manera de trabajar” de la alianza para enfrentarse a los retos de la segunda década del siglo XXI, que ya está con nosotros: terrorismo internacional, ciberataques o seguridad energética. Con el cambio se busca que la OTAN sea, como ha mencionado el grupo de expertos encargados de redactar el informe que ha servido como base para el borrador del nuevo concepto estratégico, “una fuente esencial de estabilidad en un mundo incierto”.
La OTAN sabe de lo que habla cuando menciona la palabra incertidumbre: poco después del lanzar el anterior concepto estratégico, en 1999, se produjeron los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington D.C., y ya nada volvió a ser lo mismo.
Para más información:
James M. Golgeiger, «The Future of NATO». Informe, Council on Foreign Relations, octubre de 2010.
Narcís Serra, «The strategic concept of NATO and European interests». Artículo, Fundación CIDOB, septiembre de 2010.