A medida que los pronósticos sobre la evolución de la economía mundial, en general, y occidental, en particular, se ensombrecen, asistimos a una especie de recreación de la batalla clásica entre dos de los grandes economistas del siglo pasado: John Maynard Keynes (1883-1946) y Friedrich Hayek (1899-1992). Esto es, gasto versus austeridad.
La amenaza de una “double dip recession” (doble caída recesiva en forma de W) ya está aquí, según el economista Nouriel Roubini, cuyas predicciones son tan temidas como seguidas. En una conferencia en Singapur antes del verano, Roubini advirtió que los problemas fiscales en Estados Unidos, la crisis de la deuda europea, la retracción económica en China y el estancamiento en Japón configuran una “tormenta perfecta”. Tras un verano terrible para las bolsas de todo el mundo y las malas noticias sobre el crecimiento en Europa, EE UU y Japón, muchos empiezan a convencerse de que la Gran Recesión está lejos de haber concluido.
La economía de la zona euro, por ejemplo, creció apenas un 0,2% en el segundo trimestre de este año, después del 0,8% del primero, y podría estar ya en crecimiento negativo. Con tales cifras, el debate en torno a las medidas para evitar el abismo arrecia, con ecos del pasado. La contienda entre Hayek y Keynes la recupera un economista de la Universidad de Warwick, Robert Skidelsky. Según nos cuenta Skidelsky en este artículo, para Hayek la recuperación requería la eliminación de las inversiones excesivas y un aumento del ahorro de los consumidores. Keynes, por el contrario, insistía en reducir la propensión al ahorro y aumentar el consumo, a fin de mantener las expectativas de utilidades de las empresas. Hayek exigía más austeridad; Keynes, más gasto.
Ahora como entonces, Hayek parece haberle ganado la batalla a Keynes. Pero Skidelsky advierte sobre los peligros de una austeridad excesiva. “Excepto para los fanáticos de Hayek, parece obvio que el estímulo global coordinado de 2009 detuvo la caída en otra Gran Depresión –expone Skidelsky—. No hay duda de que el coste para muchos gobiernos de rescatar a sus bancos y mantener sus economías a flote frente al colapso de la economía dañó o destruyó su capacidad crediticia. Pero se reconoce cada vez más que la austeridad del sector público en un momento de débil gasto del sector privado garantiza años de estancamiento, si no un mayor colapso”.
Wolgang Schäuble, ministro de Finanzas alemán, tiene otra opinión. En un artículo para el Financial Times, Schäuble advierte que la receta es simple, aunque difícil de poner en práctica: recortar gastos, aumentar ingresos y eliminar obstáculos estructurales, sin importar el precio político a pagar. “Sólo andando por este camino podremos lograr un crecimiento sostenible –afirma Schäuble—, en lugar de arranques volátiles a corto plazo o un estancamiento económico al largo”. El ministro de Finanzas alemán piensa que la posibilidad de que la consolidación fiscal, un sector público menor y mercados laborales más flexibles minen la demanda a corto plazo es real. “Pero incluso si esto sucediese, las ganancias a largo plazo compensarían los dolores a corto”, concluye Schäuble.
Otro economista, Paul Krugman, no tarda en responder al dirigente alemán desde su blog en The New York Times. Krugman acusa a los líderes europeos de carecer de un modelo económico y agarrarse al “hada de la confianza”, que según ellos no tardará en venir al rescate. “Cuando el ministro de Finanzas de la mayor economía de Europa piensa y habla de este modo, es difícil ver qué esperanza le queda al proyecto del euro”, sentencia Krugman.
El debate, como ven, está al rojo vivo.
Para más información:
José Enrique de Ayala, «Carta de Europa: Estrangulamiento económico de los países periféricos». Política Exterior núm. 142, julio-agosto 2011.
Jaime Ojeda, «Carta de América: Demócratas y republicanos en la batalla contra el déficit». Política Exterior núm. 141, mayo-junio 2011.
«Recesión, recuperación». Economía Exterior núm. 54, otoño 2010.
Wolfgang Münchau, «¿Es posible que Martin Feldstein tenga razón?». Política Exterior núm. 135, mayo-junio 2010.
«Más sobre la crisis». Economía Exterior núm. 48, verano 2009.