El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, desgranó su estrategia para Oriente Próximo y el Norte de África en un discurso con pretensiones de permanencia, enmarcado en una semana dedicada a afrontar los cambios y desafíos que experimenta la zona, y en la que celebró reuniones con actores clave en el entramado de poder regional, como Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, o Abulá II, rey de Jordania.
Esta semana la Unión Europea, representada en este caso por la Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Catherine Ashton, ha tomado el relevo de EE UU y, aprovechando el Consejo de Asuntos Exteriores celebrado entre el 23 y el 24 de mayo, ha expuesto su visión de los acontecimientos que vive actualmente la región vecina al sur del Mediterráneo, así como una panoplia de acciones encaminadas a la defensa de los objetivos europeos, que incluyen la promoción de la democracia como vía para la estabilidad.
Ashton regresaba de un viaje a Bengasi, la capital rebelde en Libia, donde había inaugurado una oficina de representación permanente de la UE y se había reunido con los miembros del Consejo Nacional de Transición. A pesar de ello, la UE no tiene intención de reconocer a estas autoridades interinas como gobierno legítimo de Libia, tal y como han hecho hasta ahora Francia, Italia, Catar y Gambia. Ashton recordó que la UE reconoce Estados, no organismos o personas. Sin embargo, el viaje de Ashton supone un espaldarazo para los rebeldes libios.
Tras este viaje clave, el Consejo de Asuntos Exteriores discutió la situación en la zona, desde Libia hasta Siria, pasando por Yemen, Bahrein, Irak e Irán, para terminar hablando largo y tendido sobre el conflicto de Oriente Próximo. Tomemos como ejemplo el caso sirio. La Unión Europea condena la represión del régimen, pide el inicio de un diálogo nacional y la puesta en marcha de reformas, como pasos previos para una transición democrática. Por el momento, el régimen dirigido por Bachar el Asad continúa con la represión, que ya se ha cobrado la vida de más de 800 personas, según organizaciones defensoras de los derechos humanos. Como castigo, la UE ha acordado ampliar la lista de sancionados, que ahora incluye al presidente sirio y a otras personalidades de su régimen. Las sanciones implican la prohibición de pisar suelo europeo y que sus activos en la Unión pueden ser confiscados.
Por ahora Ashton no ha pedido la salida del dictador y su camarilla. “Nuestro mensaje es claro –afirmó Ashton en su discurso tras el Consejo—: detened la violencia ahora, respetad los derechos humanos y poned en marcha reformas concretas y genuinas que la gente demanda”. El presidente de EE UU fue, en ese sentido, más claro todavía. “El presidente Asad tiene una alternativa –expuso Obama—: puede liderar la transición o quitarse de en medio”. Las intenciones de Asad, por lo visto hasta el momento, apuntan a una tercera vía: acabar a sangre y fuego con toda oposición interna.
En cuanto al conflicto de Oriente Próximo, la realidad parece también empecinada en frustrar los deseos las potencias transatlánticas. La UE da la bienvenida a las palabras de Obama recogidas en el discurso de la semana pasada, donde éste sentaba de nuevo las bases para una negociación que desemboque en un acuerdo de paz definitivo. Entre ellas, la de las fronteras. Netanyahu no ha tardado en echar por tierra las aspiraciones de Obama y la UE. “En cualquier acuerdo de paz a largo plazo –ha afirmado el primer ministro israelí ante el Congreso estadounidense el 24 de mayo—, habrá asentamientos más allá de las fronteras de Israel. No vamos a volver a los límites de 1967”.
Desde el bando palestino, Hamás, por el momento, no reconoce el derecho de existencia de Israel, otro de los requisitos imprescindibles para que se reanuden las negociaciones. La UE espera que para septiembre de este año esté listo un marco de acuerdo para la paz. EE UU también considera que antes de que acabe 2011 el conflicto debe haber retomado el camino de la paz.
Para más información:
Jaime Ojeda, “Carta de América: EE UU y el cambio político en Oriente Próximo”. Política Exterior núm. 140, marzo-abril 2011.
Kristina Kausch, “Mitos de la revolución y escenarios en Oriente Próximo”. Política Exterior núm. 140, marzo-abril 2011.
Julia Anglès, “Movimientos democráticos en el Mediterráneo: ¿dónde está Europa?”. Afkar/Ideas núm. 29, primavera 2011.
Félix Arteaga y Gustavo Palomares, “La UE y su acción exterior: agenda 2020-30”. Política Exterior núm. 136, julio-agosto 2010.
Juan Tovar, “El aliado que Obama busca en Europa”. Política Exterior núm. 136, julio-agosto 2010.