Tropas del Ejército filipino participan en un ejercicio de fuego vivo como parte del CATEX (Combined Arms Training Exercise) el 7 de marzo de 2025 en Tarlac, Luzón, Filipinas. GETTY.

La estrategia de Pekín en el mar de China Meridional hace aguas

Los intentos de China de controlar el mar de China Meridional no han disuadido a los Estados del sureste asiático de desarrollar proyectos de petróleo y gas, fortalecer sus defensas y consolidar el apoyo internacional, lo que representa un revés estratégico para Pekín.
Gregory Poling y Monica Michiko Sato
 |  20 de marzo de 2025

En 2024 aumentaron las tensiones entre China y las naciones del sureste asiático por las disputas en el mar de China Meridional. China siguió por la misma senda peligrosa –e ineficaz– que ha recorrido desde 2022, sin lograr ni consolidar avances en la región.

Pekín aumentó modestamente la intensidad de las patrullas de la Guardia Costera China (CCG, por sus siglas en inglés) en las zonas económicas exclusivas de Indonesia, Malasia, Filipinas y Vietnam. También empleó nuevas y más frecuentes formas de violencia en la zona gris, especialmente contra Filipinas. Ante esta presión, los países del sureste asiático han obtenido modestos avances, mientras que Pekín fracasó tanto en sus objetivos tácticos como estratégicos.

Las tensiones entre China y Filipinas en el segundo banco de arena Ayungin (Second Thomas Shoal) plantearon un peligroso riesgo de escalada. Filipinas mantiene una precaria base militar en el banco de arena a través del BRP Sierra Madre. La resolución de la Corte Permanente de Arbitraje de 2016 dictaminó que el banco de arena forma parte de la zona económica exclusiva de Filipinas, pero China sigue reclamándolo.

Los buques de la CCG y de la milicia bloquearon las misiones de reabastecimiento filipinas al Sierra Madre en 2023 y principios de 2024. Se trataba de un intento de impedir que Filipinas entregara materiales de construcción para reparar el barco.

La presencia de la CCG y de milicias alrededor de Second Thomas Shoal se mantuvo elevada en los primeros seis meses de 2024. Después, cambiaron sus tácticas para dañar de forma más agresiva a los buques filipinos, lo que provocó múltiples heridos entre el personal filipino y una creciente ansiedad de que una fatalidad accidental pudiera activar las obligaciones de defensa de EEUU, en virtud del Tratado de Defensa Mutua entre Washington y Manila.

Esto llegó a un punto crítico el 17 de junio de 2024, cuando Filipinas no pudo completar una misión de reabastecimiento debido a que el personal de la CCG embistió y abordó buques filipinos mientras estaba armado con cuchillos y otras armas. A un marinero filipino le cortaron el pulgar durante el enfrentamiento, y China tardó horas en permitir su evacuación.

El tono de las reuniones entre Estados Unidos, Filipinas y China cambió cuando Pekín comenzó a preocuparse de que el incidente estuviera a punto de desencadenar la intervención estadounidense debido a la casi muerte de un marinero filipino.

Filipinas estaba dispuesta a llegar a un acuerdo para volver al statu quo anterior, tras haber reparado suficientemente el Sierra Madre. Manila había logrado su objetivo táctico, mientras que Pekín no. En el siguiente Mecanismo Consultivo Bilateral entre Manila y Pekín, las dos partes llegaron a un acuerdo provisional: Filipinas llevaría solo los suministros necesarios al Sierra Madre y China pondría fin al bloqueo. El acuerdo se ha mantenido, aunque la violencia y las colisiones continúan en otros lugares, en particular en Sabina y Scarborough Shoals (Bajo de Masinloc).

Más al sur, Indonesia y Malasia se enfrentaron a un mayor número de buques de la CCG en sus aguas que hostigaban las operaciones de petróleo y gas. Una carta diplomática filtrada en septiembre de 2024 reveló que China había presionado a Malasia para que detuviera la exploración de petróleo y gas cerca de los bajos de Luconia. No se trataba de mera retórica: por primera vez, al menos un buque de la CCG patrullaba las aguas malasias alrededor de los bajos de Luconia todos los días del año.

China también cuestionó un estudio sísmico en el yacimiento de gas Natuna D-Alpha de Indonesia, realizado por PT Pertamina. Durante un enfrentamiento de tres semanas entre la CCG, las fuerzas del orden indonesias y buques de guerra en octubre de 2024, Indonesia publicó fotos y grabaciones del acoso de China. A pesar de las operaciones chinas, Malasia perforó 15 nuevos pozos exploratorios frente a Sarawak en 2024 e Indonesia completó sus operaciones de reconocimiento, otro éxito táctico de los reclamantes del sureste asiático que hacen frente a la presión.

Pekín tampoco logró contener las operaciones de Vietnam, que llevó a cabo la mayor expansión de sus puestos de avanzada en un solo año, centrándose en el arrecife de Barque Canada, que ahora es el cuarto puesto de avanzada más grande de las islas Spratly. A mediados de 2024, Vietnam había creado más de dos tercios de la superficie de China en las islas Spratly y podría igualar la superficie china en 2025. Las imágenes de satélite muestran que, mientras Vietnam sigue construyendo su segunda pista en el arrecife de Barque Canada, el arrecife de Pearson se ha ampliado para albergar otra pista.

Si bien las tensiones y el riesgo de escalada alcanzaron un nuevo punto álgido en 2024, cabe preguntarse qué reclamantes, si es que hay alguno, mejoraron su posición. Filipinas reparó el Sierra Madre y apenas evitó una escalada importante. Instrumentalizó la violencia a la que se enfrentó para persuadir a 27 países, además de la Unión Europea, para que pidieran a Pekín que cumpliera el dictamen arbitral de 2016.

Sobre el terreno, Filipinas modernizó su alianza con Estados Unidos, firmó un nuevo e importante Acuerdo de Acceso Recíproco con Japón y estrechó los lazos de defensa con otros socios, como Australia, Alemania, Francia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Vietnam. Se trata de un importante revés estratégico para Pekín y es mucho más costoso que su fracaso táctico para evitar las reparaciones del Sierra Madre.

Vietnam urbanizó sus islas y comenzó a construir infraestructuras de doble uso sin tener que hacer frente a costes significativos por parte de Pekín. Indonesia exploró con éxito el yacimiento Natuna D-Alpha, mientras que Malasia desarrolló más proyectos de petróleo y gas en el mar de la China Meridional en 2024 que en cualquier año anterior.

Por el contrario, China no controlaba más agua o espacio aéreo el 31 de diciembre de 2024 que el 1 de enero. No había detenido ni un solo proyecto importante de petróleo y gas y no pudo alcanzar su objetivo más público: impedir que Filipinas entregara materiales de construcción para reparar el Sierra Madre. También empujó a Filipinas a profundizar en la red de alianzas emergentes que Pekín insiste en que es contraria a sus propios intereses estratégicos.

Si China sigue las mismas prácticas en 2025, es probable que obtenga los mismos resultados: ninguna ventaja táctica, un mayor deterioro del entorno estratégico regional y un riesgo inaceptablemente alto de escalada accidental.

Artículo traducido del inglés de la web del East Asia Forum (EAF).

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