Duelo en el ‘ciberespacio’.
El lanzamiento por Google de un sistema operativo (OS) destinado a competir con Windows a partir de 2010, el Chrome OS, supone una auténtica carga de profundidad contra el núcleo del negocio de Microsoft, propietario hasta ahora del software estándar en la gran mayoría de los ordenadores del mundo.
Windows representó una auténtica revolución, convirtiendo al ordenador en un producto de consumo de masas. Microsoft, que ni siquiera tuvo que batir a rivales que no existían, salvo el elitista Mac de Apple, se erigió en un virtual monopolio informático global y a partir de ese indiscutido dominio logró imponer también el Office en el mercado de procesadores de textos, hojas de cáculo, bases de datos y presentaciones. En 1993 la compañía de Seattle facturaba apenas 3.700 millones de dólares. En 2008 superaba ya los 60.000 millones, 16 veces más.
Microsoft y Google están en mercados diferentes y tienen modelos de negocio distintos. Mientras la primera disfruta de un monopolio de facto en el software más básico para ordenadores personales, Google disfruta de una posición dominante entre los buscadores (alrededor del 70%), generando sus ingresos de la publicidad. Pero, como señala The Economist, lo que está en juego ahora es el dominio del mercado de los sistemas operativos para los llamados Netbooks, mucho más pequeños y baratos que los portátiles actuales y cuya venta está creciendo aceleradamente. Sin un Windows preinstalado, su coste sería aún menor y ese es el nicho que el OS Chrome, de código libre, podría cubrir.
Google disparó las primeras salvas de la guerra al anunciar un nuevo sistema operativo para desafiar al Windows. Si bien éste es caro, el fracaso del OS de Linux, también de código libre, ha demostrado que el precio no es tan importante como la universalidad y compatibilidad del sistema.
De ahí que la interpretación más plausible para esta batalla entre gigantes –los dos suman una capitalización de 365.000 millones de dólares– es que las dos empresas pertenecen a etapas distintas del desarrollo tecnológico. Mientras Microsoft y sus principales productos son anteriores a la era de Internet, Google es líder absoluto en la red y ha creado un modelo de negocio adaptado a ella, basado en un peculiar sistema de publicidad. Según el Financial Times, el lanzamiento del Chrome OS de Google podría ser el principio del fin del monopolio de Windows.
Microsoft ha tratado de no perder terreno haciendo incursiones en la red a través del navegador Internet Explorer o del buscador Bing, pero con escaso éxito. Y ya no es una compañía de alto crecimiento. Su facturación entre 2006-08 creció un 36%, mientras la de Google lo hizo en un 105%. Google multiplicó su valor por cuatro entre 2004-07, un periodo en el cual la de Microsoft se mantuvo estancada, por lo que podría alcanzarla en tres o cuatro años.
Si Microsoft no se posiciona en Internet, que impondrá sus reglas de negocio en los próximos años, no podrá frenar a Google, que quiere ofrecer todo tipo de utilidades gratuitas que le permitan aumentar el tiempo de uso de sus visitantes para multiplicar sus ingresos publicitarios.
Pero pese al desembarco en los Netbooks, en los que Windows Vista ha tenido peor funcionamiento, y de que cuenta con la ventaja de que el Chrome es más ligero y fácil de utilizar en Internet, tampoco parece que le vaya a ser fácil a Google vencer a Microsoft. A punto de lanzar el Windows 7, Microsoft dispone de más potencia de fuego que su rival: el año pasado ganó 17.700 millones de dólares, frente a los 4.200 millones de Google.