China potencia sus multinacionales.
La posible implantación de Chery, un fabricante de automóviles, en Cataluña supondría la primera gran inversión directa de una gran empresa china en España. Cataluña albergaría una planta capaz de producir 300.000 vehículos al año, lo que generaría 3.000 empleos directos y 10.000 indirectos. La informática Lenovo y Huawei, del sector de las telecomunicaciones, están también en España, pero con inversiones limitadas.
China es ya el quinto país emisor de inversión directa en el mundo, con inversiones en el exterior por valor de 56.000 millones de dólares. En 2009 ocupaba la 12ª posición. Chery es el primer productor y exportador de coches diseñados y fabricados en China. Pero pese a ser ya la segunda economía del mundo, hay pocas multinacionales chinas en Europa.
En su día, la República Popular optó por ser una plataforma industrial para las grandes marcas de Europa y EE UU, pero hoy trata de aprovechar su asociación con esas compañías para independizar y potenciar sus propias multinacionales. Por ahora, ha tenido un éxito limitado en lo que se refiere a productos de consumo. En el sector del automóvil, solo destacan algunas empresas como Chery, perteneciente al gobierno regional de Wuhu, que empezó a fabricar el Seat Toledo en 1999 bajo licencia de VW.
En 2003 Chery creó su propia marca. Uno de sus primeros modelos fue una copia de un Daewoo, perteneciente a GM, lo que le valió una demanda judicial. Hoy fabrica sus propios modelos. Las compañías chinas han optado por acortar camino comprando firmas en Europa. SAIC, que fabrica en China en alianza con VW o GM, es la actual propietaria de Rover, adquirida por su filial Nanjing en 2005. Por su parte, Zhejiang Geely compró Volvo a Ford este año.
En equipos de telecomunicaciones, China tiene dos gigantes mundiales, Huawei y ZTE, que están ganando terreno a Cisco y Lucent. Asimismo, ha comenzado a entrar en el mercado de los smartphones, en pugna con Apple, Nokia y Samsung. China ha logrado colocar varias de sus multinacionales en la lista de Fortune 500, pero no tanto por sus empresas de productos de consumo sino por sus grandes monopolios estatales.
En el ranking de 2009, China tenía ya 37 compañías, frente a las 39 de Alemania y 40 de Francia. La facturación total de las cinco primeras fue de 690.000 millones de dólares, frente a los 698.000 de las cinco primeras alemanas o los 706.000 de las cinco primeras francesas. Pero mientras Alemania tiene en los primeros puestos a compañías industriales como VW, Daimler o Siemens, las chinas son todas monopolios u oligopolios estatales del petróleo, la electricidad, la banca, la construcción o las telecomunicaciones. SAIC (productor de licencias extranjeras), aparece en el puesto 24. Huawei o Lenovo no figuran aún en la lista.
Ese escenario tenderá a cambiar en los próximos años debido al ritmo frenético de creación de empresas que entran en bolsa y adquieren gran dimensión en muy poco tiempo. China es ya el segundo mercado bursátil en número de compañías listadas (casi 2.000, que aumentaron sus beneficios un 41% de media en el primer semestre) y el primero en OPV en bolsa.
Para más información:
François Godement, «Por una política global de la UE hacia China». Política Exterior núm. 137, septiembre-octubre 2010.
Ana Soto y Carolina Segade, «China: a vueltas con la propiedad intelectual». Política Exterior núm. 134, marzo-abril 2010.