Tras la desaparición del ébola en los países occidentales y la consecuente pérdida de interés por la enfermedad en los medios, Naciones Unidas ha recordado que para controlar la enfermedad aún es necesario continuar con la financiación. En octubre de 2014 se calculó que harían falta 1.500 millones para soportar el brote hasta marzo, y a finales de año se consiguieron recaudar hasta 1.300, de los cuales se han reservado 500 millones para usarlos en 2015. Sin embargo, el 21 de enero la ONU anunció que durante los primeros seis meses de 2015 serán necesarios otros 1.000 millones de dólares. Este es un momento crítico, afirma la ONU, pues se han reducido los casos de ébola en los tres países afectados y no se puede dar un paso atrás.
Origen y avance del brote
Desde el primer caso de la enfermedad en diciembre del 2013, en Guéckédou, Guinea, ha habido 21.724 infectados, de los cuales, 8641 han fallecido. Guinea, Liberia y Sierra Leona han sido los países más afectados, donde se concentran casi el total de los casos y muertes.
Para explicar las cifras y el alcance del virus es determinante conocer la zona en la que apareció el brote. África Occidental, al contrario que África Ecuatorial no conocía casos de ébola, y de hecho, durante cuatro meses fue confundida con cólera, lo que permitió su propagación. En África Ecuatorial los sistemas sanitarios están en las mismas condiciones que los de África Occidental y sin embargo sufren brotes del virus desde hace cuatro décadas y nunca han tenido el alcance del que sufrimos en la actualidad. La razón es que reconocen el virus y saben como enfrentarlo, su personal sanitario y sus hospitales están preparados y consiguen aislar la enfermedad en las pequeñas comunidades rurales en las que surge. Así, en poblaciones de Uganda, República Democrática del Congo y Sudán, se ha observado que algunas comunidades aislan a los enfermos dejándoles comida y agua y los mantienen en una zona determinada durante 25 días, período de tiempo necesario para superar la enfermedad. (Ver #PolExt162: El ébola de lago. El rey desnudo.)
A las deficiencias de África ecuatorial se les suman las prácticas de las sociedades de sus países facilitando la expansión de la enfermedad. Los antropólogos médicos afirman que en muchos casos los ciudadanos han negado la existencia del ébola, pues han vivido durante generaciones en los mismos ecosistemas y enfrentándose a las mismas enfermedades y no habían visto nunca esta enfermedad. Además, desconfiaban de los hospitales y de las recomendaciones médicas al observar que en los centros clínicos había muchos contagios y que el personal sanitario también se ponía enfermo. Pero sin duda, la costumbre más peligrosa han sido los ritos funerarios; se calcula que el 60% de los contagios en Guinea y el 80% en Sierra Leona están relacionados con las prácticas funerarias. Algunas de estas incluyen bañarse con el agua con la que han lavado al difunto y dormir durante días junto al cadáver para que les transmita sus poderes. Todos estos comportamientos de riesgo han propiciado la expansión del virus hacia las ciudades donde la población vive hacinada en slums y el contagio es casi inevitable.
Presente y futuro del ébola
Guinea, Liberia y Sierra Leona son los únicos países que sufren ahora mismo la enfermedad, ya que Malí ha sido declarada libre de ébola en la última semana. El número de casos está descendiendo en los tres países y cuentan con suficiente capacidad para aislar y tratar a todos los pacientes. También cuentan con 27 laboratorios y van a recibir cinco más. Sin embargo, el porcentaje de fatalidades entre los infectados no ha disminuido desde el inicio del brote, manteniéndose entre el 57%y el 59%.
Un informe del 20 de enero del Banco Mundial sobre el impacto del ébola en la economía africana confirma que se ha reducido el daño provocado por la enfermedad. Si la estimación inicial era de una pérdida de 30.000 millones de dólares, ahora podría ser de 6.000, la mayor parte concentrada en los países afectados. En Sierra Leona el crecimiento ya se redujo un 4% durante el 2014 y se contraerá un 2% más, mientras que en Liberia un 3% y en Guinea un 0,2%. Las cifras están calculadas en base a la financiación actual, por eso esta no debe detenerse. En palbras del doctor Bruce Aylward, “existe tendencia a una falsa sensación de seguridad, basada en que esta enfermedad es controlable de alguna manera. No existe el control del ébola, tiene que alcanzarse la zona cero”.