Desde 1988 el Parlamento Europeo otorga el Premio Sájarov para la Libertad de Conciencia –en honor al científico soviético Andréi Sájarov– como máximo galardón a la defensa de los derechos humanos y libertades fundamentales. A lo largo de tres décadas ha reconocido a aquellas personas o colectivos cuyas acciones han contribuido notablemente a la protección de los principios del liberalismo, al desarrollo de la democracia o la protección de los derechos de las minorías.
El premio que en su día se concedió a Alexander Dubček, Malala Yousafzai o Mahsa Amini, ha sido entregado este 17 de diciembre a Edmundo González y María Corina Machado. Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo, reconoció durante la entrega “sus esfuerzos incansables para restaurar la libertad y democracia y para asegurar una transición de poder justa, libre y pacífica”.
La oposición venezolana ya ganó el premio en 2017, pero este año –y con una oposición más unida que nunca– puede fortalecer a los impulsores de la transición democrática en un momento crucial. Para todos hay una fecha clave en el horizonte: el 10 de enero de 2025, cuando se espera que Nicolás Maduro sea investido presidente.
Maduro aún cuenta con importantes aliados entre la comunidad internacional que, por diversos motivos, siguen apostando por su supervivencia. Aunque el premio puede facilitar el consenso dentro de los países miembros de la UE –como España– que todavía no reconocen a González Urrutia como presidente electo, 10 días separan el acontecimiento de otra investidura trascendental: la de Donald Trump. El expresidente abandonó su política de “máxima presión” hacia el país bolivariano al final de su primer mandato. Con una comunidad internacional más dividida, la salida a la represión y crisis política que vive Venezuela caería completamente sobre los venezolanos, un pueblo que en palabras de González “encarna el espíritu de este premio”. ●