#DataméricaGlobal: Panamá, más que papeles

Panamá se incorpora a la última edición del Índice Elcano de Presencia Global, y ocupa el puesto 78º de los 100 países para los que se calcula. La proyección exterior panameña está relativamente acorde con el lugar que ocupa en términos de PIB (75º puesto mundial). Y es que, aunque es un país pequeño en términos geográficos –con una superficie de apenas 75.000 kilómetros cuadrados ocupa el puesto 118º en extensión de terreno, y el 89º si consideramos el número de habitantes–, goza de una posición geográfica estratégica. Dada su orografía, el istmo panameño es el punto idóneo de conexión entre el océano Pacífico y el Atlántico, ya desde el siglo XVI pero fundamentalmente tras la construcción del canal a principios del siglo XX, que constituye el eje central de su economía.

De este modo, la presencia de Panamá en el mundo es fundamentalmente económica, y estrechamente ligada a la actividad en torno al canal. Así, ocupa el puesto 63º en el ranking mundial de presencia económica y el 8º puesto de la región latinoamericana, con una proyección apoyada principalmente en el indicador de servicios. Y es que, a pesar del importante tránsito de mercancías –las exportaciones de bienes primarios supusieron casi el 13% de su presencia global, y las de manufacturas y energía más del 10% y 9%, respectivamente–, la economía panameña es deficitaria en el comercio de bienes pero superavitaria en términos de cuenta corriente, dado el elevado volumen de exportaciones de servicios. Este perfil de proyección económica es diferente al de la mayoría de países de la región, aunque con unos servicios también vinculados a la actividad del canal. Según datos de la UNCTAD, en 2016 más del 45% de las exportaciones de servicios panameñas eran servicios de transporte de mercancías y personas, mientras que los servicios de viaje ascendieron a más del 35% y la categoría de “otros servicios” superó el 19%.

Precisamente, la importancia de estas otras dos categorías de servicios refleja otros pilares de la proyección exterior del país. Por un lado, dentro de “otros servicios” se incluyen los servicios financieros, siendo conocida la capacidad de atracción de capital extranjero de la economía panameña, que, según la OCDE, no cumple a día de hoy los criterios de transparencia e intercambio de información bancaria, aunque España no lo considera paraíso fiscal).

Por otro lado, la importancia de los servicios de viaje se debe al atractivo turístico del país, que constituye uno de los principales pilares de su proyección blanda en el mundo. No obstante, al atender a la descomposición dentro de esta dimensión blanda, destacan más otros indicadores, como la cultura –debido al incremento de exportaciones de servicios audiovisuales–, o la información –dado el notable aumento de presencia en los medios tras los escándalos financieros–.

En definitiva, la evolución de la presencia de Panamá en el mundo ha estado, y continúa estando, estrechamente ligada a la actividad económica del canal, a lo que se añade su rol financiero y cierto dinamismo en algunos indicadores de presencia blanda. Todo ello le ha permitido un constante, aunque pequeño, incremento de cuota de presencia en el mundo. La reciente ampliación del canal permitirá el tránsito de buques de mayor tamaño, cada vez más habituales en el comercio internacional, esperando un incremento del tránsito de mercancías por el mismo. Por ello, es previsible que, en los próximos años, se mantenga el fortalecimiento de su perfil tradicional de proyección exterior.

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