La nueva edición del Índice Elcano de Presencia Global incorpora a Honduras en sus cálculos, situándose en la 104º posición de los 110 países incluidos en el ranking. Dentro de América Latina, Honduras solo supera en presencia internacional a El Salvador y Trinidad y Tobago.
Una posición baja, incluso para el tamaño de la economía hondureña, que se sitúa en el puesto 101º en términos de PIB, aunque mejorando desde 2010, cuando se encontraba tres posiciones más abajo. Su evolución en el Índice Elcano de Presencia Global ha sido de un cierto estancamiento a partir del año 2000, con un ligero repunte en los últimos dos años, que le lleva a subir cinco posiciones desde 2015. El pequeño tamaño de su economía y sus fuertes vínculos con Estados Unidos explican que su presencia internacional sea relativamente baja, y en los menores tramos del ranking resulta sencillo registrar un rápido aumento de posiciones, dada las escasas diferencias que separan unas posiciones de otras.
La presencia global de Honduras se apoya fundamentalmente en la dimensión económica, suponiendo en 2017 el 66% de su proyección internacional. De este modo, ocupa el puesto 93º en el ranking de presencia económica, superando a otros países del continente como Uruguay o Paraguay. La situación geográfica del país, con acceso tanto al Atlántico como al Pacífico, condiciona su elevada orientación hacia el comercio exterior. El mercado hondureño era relativamente proteccionista, en tanto que con aranceles trataba de defender a la industria nacional frente a la competencia internacional, hasta que en 1990 el gobierno de Rafael Leonardo Callejas, siguiendo las directrices del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, promulga la ley de Ordenamiento Estructural. Sus consecuencias inmediatas fueron la liberalización comercial a través de una desgravación progresiva y la devaluación de la moneda nacional, el lempira. Otro hecho importante en el perfilamiento de la inserción exterior de Honduras fue la firma del tratado de libre comercio entre la República Dominicana, Centroamérica y EEUU, en vigor desde 2006, con el objetivo de expandir el comercio en la región. Esto supone un paso más en su vinculación con EEUU, su principal socio comercial, siendo en 2016 el destino de la mitad de las exportaciones hondureñas y presentando cuotas aún mayores en años anteriores, como el 74% en 1999, según datos de la Unctad.
Gráfico 2. Presencia económica de Honduras, 2017.
Fuente: http://www.globalpresence.realinstitutoelcano.org
La presencia económica de Honduras en 2017 está liderada de manera casi equivalente por los bienes primarios (22,8%) y los servicios (20,9%), con niveles cercanos a la contribución de la presencia blanda en su conjunto (24,4%) y superando ampliamente a la militar (9,7%). Las exportaciones agrícolas, especialmente de café y banano, han sido históricamente muy importantes para la economía hondureña y son los productos primarios en su conjunto su principal rubro de exportación, suponiendo más del 20% de la presencia global hondureña en todos los años para los que se ha calculado (1990-2017). Por su parte, el sector servicios presenta una elevada tendencia a la internacionalización, alcanzando en 2005 el triple de valor en cuanto a contribución que en 1990 –del 8% al 24% de su presencia global– y manteniéndose a partir de entonces por encima del 20%. Esto podría explicarse por el aumento en las últimas décadas del peso del sector financiero en la economía hondureña, que estaría orientado fundamentalmente a la provisión de servicios a empresas. En cuanto a las manufacturas, contribuyen al 13,1% de la presencia internacional del país, lideradas por el sector textil, que ha sido el principal estandarte de la industria hondureña, y el equipamiento eléctrico, que se ha desarrollado en la última década.
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Gráfico 4. Presencia blanda de Honduras, 2017.
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En cuanto a la presencia blanda de Honduras en el mundo, la principal aportación en este ámbito es en información (8,5%), que casi duplica su aportación con respecto al año anterior debido a la cobertura informativa de las elecciones generales de noviembre y las posteriores protestas a raíz de los resultados. A continuación, serían los deportes (6,2%) y el turismo (4,5%) los que más contribuyen a la proyección blanda del país. El sector turístico ha ganado peso en la economía de Honduras, con una ligera caída a partir de 2011, año en el que más contribuyó a la presencia internacional (5,8%). Pero sin duda la caída más llamativa es la registrada en el indicador de migraciones, que en 1990 suponían el 38,4% de la presencia global del país, y desde 2000 menos del 2%. Esto podría explicarse por varios motivos. En primer lugar, porque Honduras es un país de paso para muchos inmigrantes con destino a Estados Unidos, pero fundamentalmente por su papel como lugar de refugio de la población de países vecinos que registraron conflictos armados (Nicaragua, Guatemala y El Salvador). Por un lado, el fin de estos conflictos y, por otro lado, el crecimiento de otras dimensiones de la proyección exterior hondureña –como su proyección económica– han reducido la importancia de este indicador de inmigración.
Por último, la presencia militar de Honduras es mucho menos relevante, y explicada fundamentalmente por el equipamiento militar, fruto de las relaciones estratégicas con EEUU, aunque con relevancia en los últimos años también de las tropas desplegadas en el exterior, debido a la participación del país en misiones de paz como en Haití.
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En términos generales, podemos decir que Honduras sigue una tendencia relativamente estable en su presencia internacional. En el ámbito económico, la diversificación en el sector manufacturero ofrece posibilidades de desarrollo para el país, permitiendo una menor dependencia del sector primario y un aumento de su presencia internacional.