Ben Bella y la lucha por una Argelia libre

Este 5 de julio, Argelia celebra el 50º aniversario de su independencia. Ahmed ben Bella, el primer jefe de Estado de la Argelia independiente, no podrá asistir a los fastos. Falleció el 10 de abril en su domicilio en Argel, a los 96 años. Quien sí que podrá asistir será el presidente francés, bien Nicolas Sarkozy, bien François Hollande –salvo sorpresa mayúscula–. Como recuerda Abed Charef, periodista argelino, en el último número de Afkar/Ideas: “Francia, antigua potencia colonial, tendrá un presidente no implicado en la guerra de Argelia, mientras Argelia seguirá gobernada por un veterano de la guerra de independencia”.

Ben Bella ha muerto, pero Abdelaziz Buteflika sigue a los mandos en Argelia. Ni Sarkozy ni Hollande se vieron directamente involucrados en aquel conflicto, que llegó a su fin cuando el presidente galo actual y el candidato socialista tenían siete y ocho años, respectivamente. Buteflika, en cambio, era un joven comandante del Ejército de Liberación Nacional (ALN, en sus siglas en francés, el brazo armado del Frente de Liberación Nacional), y ya se encontraba en el primer núcleo del poder argelino.

Ese núcleo estaba dominado, entre otros, por un veterano del frente italiano de la Segunda Guerra Mundial. Ben Bella fue uno de los nueve jefes históricos que integraban el comité revolucionario que en 1954 desencadenó la insurrección contra Francia. Al cabo de dos años fue detenido, siendo excarcelado después de la firma de los acuerdos de Evian, mediante los que París concedía la independencia a Argelia.

Apoyándose en el Ejército, Ben Bella logró, en septiembre de 1962, ser designado jefe del Estado. Un año después era elegido presidente. No se mantuvo mucho tiempo en el cargo. En 1965 su delfín, el coronel Huari Bumedian, le derrocó mediante un golpe de Estado, secundado entre otros por Buteflika.

Invierno argelino

Desde que estalló la “primavera árabe”, el gobierno argelino ha adoptado una postura prudente, a la expectativa, incluso hostil a los cambios. Como explica Lakhdar Benchiba, también periodista argelino, en Afkar/Ideas 32, la falta de actuación de la diplomacia argelina en el contencioso libio sirve como botón de muestra. “No es solo cosa de Libia –aclara Abdelaziz Rahabi, ministro de Información en el primer mandato de Buteflika–. Tampoco acompañamos las revueltas pacíficas de Túnez y Egipto. Nuestros dirigentes aguardan y anhelan secretamente que estas experiencias fracasen y así se conviertan, para el pueblo argelino, en ejemplo a no imitar”.

Para Benchiba, la actuación argelina revela el mismo problema de gobernanza con el que tropieza la economía del país. “Una falta de visión clara  y una gestión del día a día a veces con adaptaciones tardías que parecen cambios bruscos”, afirma el periodista argelino. Quien añade que, al empeorar la salud de Buteflika y mermarse su capacidad reactiva, la centralización de la capacidad decisoria en la presidencia de la república ha pasado a ser freno y obstáculo.

Para más información:

Abed Charef, «Argelia-Francia: 50 años de transición generacional». Afkar/Ideas 33, primavera 2012.

Lakhdar Benchiba, «Fallos de la diplomacia argelina». Afkar/Ideas 32, invierno 2011-12.

Ignacio cembrero, «Ahmed ben Bella, primer presidente de Argelia». El País, abril 2012.