Los mapas son representaciones gráficas y métricas de un territorio. Son herramientas útiles para conocer el mundo ya que aportan una información visual y comprensible. Por otro lado, también son una simplificación de la realidad, priorizan y muestran una cierta información en vez de otra. Los mapas no solo nos enseñan el mundo, sino que también pueden condicionar nuestra percepción de este porque no son nunca neutrales. O al menos eso es lo que algunos geógrafos entienden. Aquí hay algunos ejemplos de mapas que han dado de que hablar.
La proyección de Mercator
Seguro que esta resulta familiar. Es una proyección del siglo XVI que ha sido la más utilizada en los últimos siglos y aún a día de hoy es popular. Fue inicialmente diseñada como herramienta de navegación, pero su uso se extendió a todos los ámbitos. Aunque es útil para el propósito para el que se creó, no da una imagen real de cómo es el mundo, pues distorsiona los polos. El resultado es que Europa parece algo mayor que Suramérica, cuando realmente esta es dos veces mayor; Groenlandia parece del mismo tamaño que África, aunque es 14 veces menor.
(Fuente: Wikipedia/NASA)
La proyección de Gall-Peters
Fue creada a principios del siglo XIX por James Gall, pero no empezó a reivindicarse su uso hasta los años 70 de la mano Arno Peters. Los defensores de esta proyección opinan que Mercator ofrece una visión eurocéntrica donde los países occidentales están sobrerrepresentados, haciéndolos parecer más grandes de lo que son, y, a la vez, hace más pequeños a los países del sur. Afirman que utilizar el mapa de Mercator en lugares públicos y escuelas perpetúa una visión discriminatoria del mundo. La verdad es que observar los tamaños reales resulta impactante.
(Fuente: Wikimedia Commons).
El hecho de que los países del norte estén arriba y los del sur abajo también es criticado; pues asocia el sur a pobreza y subdesarrollo; y el norte a prosperidad. Sin embargo, norte y sur son convenciones, realmente no existen, debido a que la tierra se encuentra en suspensión en un universo infinito. De hecho, en Australia son frecuentes los mapas “al revés”.
(Fuente: Wikimedia Commons).
El problema de la proyección de Peters es que modifica las formas y distancias por lo que también es inexacta.
Proyección de Winkel-Tripel
Tanto Mercator como Gall-Peters son proyecciones rectangulares y, por tanto, poco precisas, ya que la Tierra no es rectangular. La proyección Winkel-Tripel intenta superar los defectos de las anteriores y, aunque tampoco es exacta, es considerada la mejor en la actualidad. Es la que utiliza y recomienda la National Geographic Society.
(Fuente: Wikimedia Commons).
Otros recursos para mirar el mundo
Hay multitud de páginas en Internet en las que podemos encontrar mapas. Vamos a recomendar algunas de las más interesantes. Hacemos un repaso desde los mapas clásicos, hasta los animados y originales que son casi un juguete. Todos nos sumergen un poco más en el mundo.
En la biblioteca de la Universidad de Tejas encontramos una gran variedad de mapas online, tanto por regiones y países como mapas específicos que están muy actualizados. Podemos consultar, por ejemplo, mapas sobre la batalla por Kobani, la situación de Siria o la expansión del ébola.
Merece la pena acceder a la web la CIA, que proporciona mapas de todos los países en diferentes formatos y disponibles para descargar. Es una página también muy actualizada en la que, además, podemos acceder a una ficha (factbook) con datos políticos, sociales y económicos de todos los Estado del mundo.
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) pone a nuestra disposición un mapa con datos sobre desarrollo humano (IDH). Los países están coloreados en base a su nivel de IDH y se pude acceder a los datos específicos por país. Se muestra el desempeño de cada país en educación, salud, desigualdad, género, pobreza, desempleo y PIB.
Freedom House también dispone de su propio mapa, en él veremos la libertad en los medios y redes sociales por continente y por país. Podemos acceder a una ficha de cada país con detalles históricos y también de los últimos avances o retrocesos que ha dado el gobierno.
Una página muy divertida y visual es Woldmapper. El tamaño de los países se modifica en relación a los datos consultados: salud, educación, mortalidad, alimentación, lengua, religión, etcétera. Así, por ejemplo, podemos encontrar un mapa con datos sobre seguidores de la iglesia católica en el que España es muy grande y China pequeña, algo que cambia radicalmente si la búsqueda es por población.
Por último, una de las páginas de mapas más dinámicas y originales de la red es Gapminder. Permite personalizar los mapas cruzando distintos indicadores para entender la relación entre ellos y su evolución en una serie temporal. Por ejemplo, cruzando nivel de renta y mortalidad infantil, podemos escoger un solo país y ver su evolución a lo largo de los dos últimos siglos, hacer comparación entre varios países, etcétera. Las posibilidades son casi infinitas.
Por Alejandra Hidalgo Más, internacionalista.