KYLE HIEBERT

La inteligencia artificial transformará el mundo pero, dadas las limitaciones de los datos y de la mera economía, nada asegura que sea en la utopía que prometen sus defensores.
El entusiasmo en torno al potencial de la tecnología enmascara los problemas del mundo real, como el coste medioambiental y de energía, los perjuicios globales derivados del mercado l ...