China sorprendió semanas atrás con la publicación del PIB del primer trimestre de 2023. Su economía creció un 2,2% respecto al último trimestre de 2022, dos décimas por encima de las expectativas. En tasa interanual el crecimiento ascendió al 4,5%, lo que acerca el país al objetivo del crecimiento anual del 5% fijado por su gobierno. Este rebote económico fue consecuencia del final de la política de Covid cero impulsada por Pekín durante la pandemia para frenar los contagios. La recuperación de la movilidad impulsó la actividad, en especial la demanda interna, lastrada como consecuencia de los continuos confinamientos decretados por las autoridades.
Tras conocer estos datos, algunas de las principales casas de análisis revisaron al alza sus perspectivas de crecimiento para el conjunto del año, como Citigroup o Société Générale, que elevaron al 6,1% y 6%, respectivamente, sus proyecciones.
El consumo interno tiró de la economía durante el comienzo…