¿Corre la UE el riesgo de vivir su propia ‘década perdida’? La experiencia latinoamericana entre 1990 y 2003 muestra que la respuesta a la crisis debe ser integral y creíble. Un europeo y un latinoamericano reflexionan sobre el nuevo mundo que está surgiendo.
Declive y auge son los términos que sintetizan los análisis de hoy sobre los cambios internacionales acelerados a partir de la crisis financiera de 2007-08. En el lado del declive, aparece Occidente y, en concreto, Europa, donde los efectos de la crisis originada en Estados Unidos han sacado a la luz las debilidades de la Unión Europea. En auge está un conjunto de países de Asia, África y América Latina. No solo han resistido lo peor de la crisis en 2008-09, sino que hoy son motores de la economía mundial. Participan además en uno de los órganos que definirán la nueva gobernanza mundial: el G-20, y piden mayores cuotas de poder.
¿Cómo ven la crisis un latinoamericano y un europeo? Enrique V. Iglesias, economista uruguayo de origen español, hoy secretario general iberoamericano, y Joaquín Almunia, vicepresidente y comisario de Competencia de la Comisión Europea, han compartido una reflexion en alto sobre el momento internacional. La crisis en la zona euro es el eje de esta conversación. Algunos líderes han recordado la “década perdida” de América Latina en los ochenta, a modo de advertencia a la UE, especialmente a los países de la zona euro con problemas de deuda soberana.
Enrique V. Iglesias (E.V.I.): Utilicé esa expresión [década perdida] en 1982 en América Latina y se hizo una marca de fábrica. No fue tan perdida. Lo fue en lo económico, pero se recuperó la democracia, que no es poco.
Joaquín Almunia (J.A.): En Europa, la crisis se traslada con sensación de tal en octubre de 2008. La UE…