La libra se sitúa relativamente cerca de su nivel promedio y un 20 por cien por encima de sus niveles mínimos, considerando su tipo de cambio efectivo. Todavía puede caer más. Y todo apunta a que la incertidumbre la seguirá golpeando a corto plazo, más aún de cara al referéndum.
No saben a qué moneda me refiero? Les voy a dar algunas pistas. Representa una economía que opera cerca del límite de su capacidad instalada, incluyendo el menor nivel de desempleo desde antes de la crisis. Crecimiento previsto para este año cercano al dos por cien (2,7 crecimiento mundial y del 1,7 para la zona euro); inflación nula; déficit por cuenta corriente cercano al 4,7 del PIB; ajuste en las finanzas públicas, con un déficit público elevado, cercano al cinco por cien del PIB estimado en 2015; deuda pública en el 94 por cien del producto. En definitiva, al límite teórico de su capacidad pero con la inflación contenida (costes internos incluidos); una política fiscal obligadamente restrictiva, tomando el protagonismo de los ajustes pendientes en la economía como es el exceso de deuda. Los dos déficit lo denominan: déficit exterior y déficit público.
¿Aún no acaban de verlo claro? Bueno, les doy una última pista: representa a un país que en un futuro no muy lejano debe decidir si se mantiene dentro de la Unión Europea. Claro, es la libra.
Todo condicionado al referéndum
En el siguiente gráfico vemos las últimas previsiones para el comportamiento de la economía británica en términos de producto e inflación. Pero, ¿se pueden avanzar previsiones económicas a corto plazo ante la elevada incertidumbre derivada del referéndum sobre la continuidad de Reino Unido en la UE? Naturalmente que sí. De hecho, es obligatorio hacerlo. Otra cosa es si tienen o no una alta…