La guerra en Ucrania y la escalada entre China y Taiwán han levantado el velo con el que los europeos veían el mundo. Ese planeta de paz, prosperidad compartida y cambio climático como gran objetivo de la humanidad era un espejismo en el que los europeos creyeron y que se ha derrumbado.
La lectura equivocada de la realidad condujo a Europa a tomar una serie de decisiones que ahora revelan la debilidad del continente. Entre ellas se encuentra la renuncia a buscar una autonomía energética a cambio de un suministro barato desde socios comerciales poco fiables, la reducción del gasto en defensa por considerarse desfasado, el sacrificio de la inversión para aumentar las ayudas públicas o la promoción de las medidas de carácter social por encima de las productivas.
Hace 15 años, el tamaño de la economía europea superaba en un 10% al de EEUU, sin embargo, en 2022 era…