¿Tiene la economía española alguna fortaleza sobre la que cimentar el cambio de modelo de crecimiento que necesita? Las infraestructuras, el capital humano y el liderazgo de sus empresas pueden ser el punto de partida para una España emprendedora.
La economía española no tiene un problema de deuda pública, sino un problema de endeudamiento generalizado con baja productividad y pérdida de competitividad. Sin perspectivas de crecimiento, será imposible hacer frente a la deuda y la crisis se mantendrá con episodios de gravedad variable. Por ello, es urgente mostrar que España es viable, que la deuda se puede y se va a pagar. Alcanzar un crecimiento sostenido es, además, la única vía para que España pueda acabar con el lastre social y económico que supone el alto desempleo crónico. Pero ¿qué necesita España para crecer? ¿En qué sectores es preciso apostar y cómo hacerlo?
Un modelo de crecimiento vulnerable…
Entre 1995 y 2008, la diferencia en renta real per cápita de España con el resto de Europa se redujo más de siete puntos porcentuales, alcanzando el 90 por cien de la renta media de la UE-15. El gran motor de este crecimiento fue el aumento del empleo, donde, a su vez, el aumento en la tasa de participación (principalmente la incorporación de la mujer al mercado de trabajo), fue el factor principal. A pesar de la reciente crisis, en España se han creado casi seis millones de puestos de trabajo desde 1995, distribuidos entre casi todos los sectores de la economía.
Sin embargo, al último ciclo de crecimiento de España, para ser sostenible, le ha faltado el cimiento fundamental de la productividad. De hecho, durante el periodo 1995-2008 España ha sido uno de los pocos países europeos con una variación negativa de la contribución a la productividad total de…