Lejos de la imagen monolítica de los países del Golfo, la relación de fuerzas, antes inclinada a favor de Qatar, se ha reequilibrado, permitiendo que Arabia Saudí retome la iniciativa.
El 3 de julio de 2013, tras un movimiento de protesta que saca a la calle a millones de ciudadanos, el ejército egipcio depone a Mohamed Morsi, el primer presidente elegido democráticamente en el país. Aunque se haya exagerado la cifra real de manifestantes, no deja de ser cierto que una parte de la población expresó, a finales de junio de 2013, una exasperación que traducía su profundo rechazo al proceder del partido de los Hermanos Musulmanes, que había accedido al poder un año antes…