A Bélgica le corresponde la presidencia del Consejo de la UE durante el segundo semestro de 1993. Tras la entrada en vigor del tratado de Maastricht, su aplicación figura como la primera de sus prioridades.
A Bélgica le corresponde la presidencia del Consejo de la UE durante el segundo semestro de 1993. Tras la entrada en vigor del tratado de Maastricht, su aplicación figura como la primera de sus prioridades.