En su reciente visita a Washington, el presidente, Joe Biden, y su secreatrio de Estado, Antony Blinken, pidieron al ministro de Exteriores chino, Wang Yi, que aconsejara contención a Irán para evitar que la crisis de Gaza derive en una guerra que podría incendiar una región que alberga el 48% de las reservas y produce el 32% del petróleo mundial.
Un 20% de ese crudo atraviesa el estrecho de Ormuz, controlado por Irán. En 1990, la invasión iraquí de Kuwait disparó un 105% el precio del barril. Biden y Blinken le recordaban así que, por su propio interés, a Pekín y Teherán les convenía respetar el orden internacional diseñado en la posguerra.
Según Richard Gowan, analista de la ONU del Crisis Group, con guerras en el este de Europa y Oriente Próximo, el Consejo de Seguridad es el único escenario que queda en el que las…